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PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista Oficial de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP)

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº4 – JUNIO 2025

Prescribir películas para entender el tabú del incesto

Terapia cinematográfica
en la infancia y adolescencia


J. González de Dios

Jefe de Servicio de Pediatría. Hospital General Universitario de Alicante. Profesor del Departamento de Pediatría. Universidad Miguel Hernández. Alicante.
Autor del proyecto “Cine y Pediatría”

Pediatr Integral 2025; XXIX (4): 312.e1 – 312.e10

Pediatría Integral inicia esta nueva sección para poner en relación la ciencia (pediátrica) con el arte (cinematográfico), y hacer del séptimo arte un instrumento más para cimentar la arteterapia en nuestro día a día. El objetivo, es prescribir películas de cine que todo pediatra pudiera ver para mejorar en ciencia y conciencia en nuestra práctica clínica habitual, tanto en temas médicos como sociales. Prescribir películas argumentales bajo la observación narrativa para extraer todas las emociones y reflexiones posibles. Para ser mejores médicos pediatras. Y, quizás, por qué no, para ser mejores personas.

 


Prescribir películas para entender el tabú del incesto

https://doi.org/10.63149/j.pedint.50

El tabú universal del incesto en la historia

El término incesto proviene del latín incestus, que significa “no casto”, y define a esas relaciones o encuentros sexuales entre individuos cuya línea de consanguineidad es muy cercana dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio, tal como las relaciones entre madres o padres con sus hijos, encuentros íntimos entre hermanos, y otros. El incesto no se limita al coito; puede abarcar un espectro de conductas sexuales inapropiadas entre miembros de la familia, incluyendo tocamientos, masturbación mutua o incluso la instrumentalización sexual de menores. Si bien el incesto puede ocurrir en cualquier tipo de familia, existen ciertos factores de riesgo asociados, como antecedentes de violencia familiar, aislamiento social, abuso de sustancias, problemas de salud mental no tratados y dinámicas familiares disfuncionales con roles parentales débiles o confusos.

Por lo general, la mayoría de los grupos sociales, a nivel histórico y cultural, han prohibido las relaciones incestuosas y han incentivado a las personas a formar relaciones con otras personas que no pertenezcan al mismo núcleo familiar. Sin duda, es un fenómeno con profundas raíces históricas, sociales y culturales. El incesto es considerado un tabú casi universal en las sociedades humanas, aunque la definición de “pariente cercano” varía culturalmente. Este tabú se asocia a menudo con la necesidad de promover la exogamia (matrimonio fuera del grupo familiar) para crear alianzas sociales más amplias y evitar la endogamia con sus riesgos genéticos.

A lo largo de la historia, encontramos referencias al incesto en diversas mitologías y textos religiosos. El incesto es un tema recurrente en muchas mitologías del mundo, incluida la mitología griega, egipcia, mesopotámica e incluso en ciertas tradiciones indígenas y orientales. Su presencia en estos relatos no implica una aprobación del incesto en la vida real, sino que suele reflejar ideas simbólicas sobre la creación, la divinidad, el linaje y el poder. Sirvan algunos ejemplos de la mitología griega: Urano y Gea (Cielo y Tierra) son madre e hijo y también pareja, de cuya unión nacen los Titanes; Cronos y Rea son hermanos y esposos, padres de Zeus, Hera, Hades, etc.; Zeus y Hera también son hermanos y esposos. Y qué decir de Edipo, cuya historia de incesto es de las más conocidas, pues Edipo mata a su padre y se casa con su madre sin saberlo. El incesto entre dioses representa una forma de pureza del linaje divino y la necesidad de mantener el poder dentro de la misma sangre. En los humanos, en cambio, suele representar la hybris (desmesura) y se castiga.

Pero también hay ejemplos en otras mitologías, como la egipcia (Osiris e Isis son hermanos y esposos, y engendran a Horus; Nut y Geb son hermanos y padres de los dioses mayores), la japonesa (Izanagi e Izanami son hermanos y esposos, quienes crean las islas de Japón), la inca (Manco Cápac y Mama Ocllo son hermanos y esposos, enviados por el dios Sol para fundar la civilización inca), etc. Los primeros libros de la Biblia contienen casos de matrimonios entre parientes cercanos (p. ej., Abraham y su media hermana Sara); sin embargo, la Ley de Moisés prohibió explícitamente las relaciones incestuosas.

Otro lugar común del incesto es dentro de las familias reales, donde se practicaba para mantener la pureza del linaje o el poder concentrado. Ya en el antiguo Egipto era común que los reyes se casaran con sus hermanas (p. ej., Cleopatra VII se casó con dos de sus hermanos, Ptolomeo XIII y XIV). Pero también recordamos la locura y depravación de Calígula, quien mantuvo relaciones sexuales con tres de sus hermanas, o el emperador Cómodo, quien hizo lo propio con las suyas. Tampoco se libra la historia de los Papas, y así recordamos a Juan XII en el siglo X, el papa electo más joven de la historia –a sus 18 años–, conocido como el Papa Fornicario y quien retozará con su hermanastra, como se dice que hizo después el español Alejandro VI con su hija Lucrecia Borgia (quien también retozaba con su hermano César); aunque sobre esto último no se sabe bien cuánto fue historia y cuánto leyenda negra frente a esa familia.

En la Edad Media y Edad Moderna en Europa no era común el incesto directo (entre hermanos), pero sí hubo endogamia extrema durante siglos, es decir, matrimonios entre primos, tíos y sobrinas. Y el ejemplo de los Habsburgo o Austrias es paradigmático, hasta el punto de que el último rey de esta dinastía en España, Carlos II, apodado como “el Hechizado”, sufrió graves problemas físicos y mentales, producto de generaciones de matrimonios entre parientes. Y es que la obsesión con la sangre “pura” tuvo un alto coste en salud genética y llevó a la decadencia de varias casas reales. Sin embargo, fuera de esos contextos, el incesto se ha considerado una transgresión grave.

La literatura y el folclore han presentado los temas de incesto como fuente de tragedia o prueba de virtud. El mismo Freud sostenía que la exogamia es fruto no de la aversión a emparentarse con un familiar, sino del coste humano que suponía para el grupo. Lo cierto es que las actitudes sociales hacia el incesto se han vuelto más negativas con el paso del tiempo, particularmente con una mayor conciencia del daño potencial a las víctimas en caso de abuso sexual familiar (y sobre todo si esas víctimas son menores y no adultos).

La compleja regulación legal del incesto y sus devastadoras consecuencias

En España, aunque el incesto no es delito, es ilegal un matrimonio civil entre familiares de hasta tercer grado (es decir, con tíos, sobrinos, bisabuelos y bisnietos). En Portugal, la prohibición se reduce al segundo grado, mientras que en Italia y Uruguay es delito el incesto que suponga “escándalo público”, pese a lo escurridiza que resulta la expresión. Moisés, según se recoge en el Levítico, resultó mucho más draconiano: “Si alguno se acuesta con la mujer de su padre, ha descubierto la desnudez de su padre; ciertamente han de morir los dos; su culpa de sangre sea sobre ellos”.

El incesto con menores de edad es un delito grave en la mayoría de los países, ya que implica una combinación de dos factores criminales: relaciones sexuales entre familiares cercanos y abuso sexual infantil. Cuando uno de los involucrados es menor de edad (según la mayoría de edad sexual o legal del país), no se considera consentimiento válido, incluso si el menor no se opone activamente. En estos casos, se suele aplicar una o varias de las siguientes figuras penales: abuso sexual infantil, violación agravada (cuando hay penetración o violencia), corrupción de menores, incesto agravado y/o delitos contra la integridad sexual. Y las leyes suelen imponer penas más severas, debido a la edad de la víctima, la relación de poder, autoridad o confianza del familiar, así como por el daño psicológico causado.

La regulación del incesto es compleja y en España se aborda desde diferentes ángulos del ordenamiento jurídico:

• Prohibición matrimonial: el artículo 47 del Código Civil español prohíbe el matrimonio entre parientes en línea recta por consanguinidad o adopción, y entre colaterales por consanguinidad hasta el tercer grado. Esta prohibición subraya la importancia de la estructura familiar y la evitación de conflictos de roles y posibles daños psicológicos.

• Incesto como agravante en delitos sexuales: el Código Penal español no tipifica el “incesto” como un delito autónomo cuando existe consentimiento entre adultos. Sin embargo, la relación de parentesco se considera una circunstancia agravante en los delitos de agresión sexual cuando el autor se prevale de esta relación o de una situación de convivencia o superioridad sobre la víctima.

• Protección de menores: cuando el incesto involucra a menores de edad, se considera abuso sexual infantil, un delito gravemente penado por el Código Penal. La diferencia de edad y la relación de autoridad o confianza convierten el acto en una forma de explotación y vulneración de los derechos del menor. En estos casos, el consentimiento del menor es irrelevante.

• Debate sobre la penalización del incesto consentido entre adultos: existe un debate académico y social sobre si el incesto consentido entre adultos debería ser penalizado. Los argumentos en contra de la penalización se centran en la autonomía sexual y el principio de mínima intervención penal en la vida privada. Los argumentos a favor de la penalización se basan en la protección de la dignidad familiar, los posibles riesgos psicosociales y la preocupación por la potencial coerción o influencia indebida, incluso en relaciones aparentemente consentidas.

Y es que las consecuencias del incesto son devastadoras y de largo alcance, afectando profundamente a todos los miembros de la familia:

• En las víctimas (especialmente menores):

– Trauma psicológico: pueden experimentar depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, baja autoestima, dificultades en las relaciones, problemas de identidad sexual, sentimientos de culpa y vergüenza.

– Problemas de conducta: pueden desarrollar conductas autodestructivas, abuso de sustancias, trastornos alimentarios o dificultades escolares.

– Dificultades en la confianza: se genera una profunda dificultad para confiar en los demás, especialmente en figuras de autoridad.

– Secuelas físicas: en casos de abuso sexual con penetración, pueden existir lesiones físicas y riesgo de enfermedades de transmisión sexual. En embarazos resultantes de incesto, aumenta el riesgo de complicaciones y de malformaciones genéticas en el hijo.

• En los perpetradores:

– Problemas psicológicos: a menudo sufren de trastornos de personalidad, parafilias, adicciones o problemas de control de impulsos.

– Aislamiento social: pueden ser rechazados por la familia y la sociedad.

– Consecuencias legales: enfrentan penas de prisión significativas, especialmente en casos de abuso de menores.

– Sentimientos de culpa (en algunos casos): aunque pueden racionalizar su comportamiento, algunos experimentan culpa y remordimiento.

• En otros miembros de la familia (cónyuges, otros hijos, etc.):

– Trauma secundario: pueden experimentar shock, negación, ira, tristeza, culpa y ansiedad.

– Disfunción familiar: la dinámica familiar se ve gravemente alterada, con problemas de comunicación, confianza y afecto.

– Aislamiento social: la familia puede ser estigmatizada y aislada por la comunidad.

– Dificultad para procesar lo ocurrido: puede haber negación o encubrimiento para proteger la imagen familiar, lo que dificulta la sanación.

En literatura podemos encontrar suficiente información sobre el abuso sexual en la infancia, pero son menos frecuentes los artículos que se centran en el incesto(1-4). De ahí quizás el interés de focalizar la prescripción de películas sobre el incesto en menores y ello para abrir el debate sobre esta situación tan compleja y conflictiva.

El incesto analizado en la gran pantalla

Es crucial recordar que el incesto, especialmente cuando involucra a menores, es una forma grave de abuso que causa un daño profundo y duradero. La intervención temprana, el apoyo psicológico especializado y la aplicación de la ley son fundamentales para proteger a las víctimas y abordar las complejas dinámicas familiares involucradas. Cabe recordar que ya tratamos previamente el tema del abuso sexual infantil en esta serie de Terapia cinematográfica(5) y enumeramos el incesto entre los tipos de abuso, pero dado el profundo impacto de esta situación es por el que hacemos un análisis individualizado. De hecho, algunas de las películas “prescritas” para entender el abuso sexual infantil comprendían el incesto y ya en ese momento hablamos de la película española No tengas miedo (Montxo Armendáriz, 2011)(6) para dimensionar y denunciar el abuso sexual infantil dentro de la propia familia. Pero son muchas otras…

Porque ningún tema escapa de las pantallas del cine, y el incesto tampoco lo ha sido. Y desde esta sección de Terapia cinematográfica, hoy recogemos 7 películas argumentales alrededor del incesto con víctimas menores de edad en la familia. De cada película ofreceremos una breve ficha de la película y nuestros protagonistas, destacaremos las emociones y reflexiones que podremos extraer, y enunciaremos algunas frases “de cine” para el recuerdo que se derivarían de “prescribir” ese film. Estas películas son, por orden cronológico de estreno:

Lolita (Stanley Kubrick, 1962)(7), para debatir sobre la moralidad que arrastra desear a tu hijastra adolescente.

El soplo al corazón (Le soufflé au coeur, Louis Malle, 1971)(8), para adentrarnos en la relación incestuosa aceptada entre una madre y su hijo adolescente.

La luna (Bernardo Bertolucci, 1979)(9), para confrontar la compleja relación de amor y autodestrucción alrededor del complejo de Edipo.

La zona oscura (The War Zone, Tim Roth, 1999)(10), para reconocer que el tabú del incesto es una zona oscura que cabe iluminar con la denuncia.

Precious (Lee Daniels, 2009)(11), para sumergirnos en la grave problemática familiar y social que acompaña con frecuencia al incesto.

Reina de corazones (Dronningen, May el-Toukhy, 2019)(12), para sentir que las relaciones incestuosas no son ninguna aventura de Alicia en el País de las Maravillas.

Dalva (Emmanuelle Nicot, 2022)(13), para lograr vencer el síndrome de Estocolmo del incesto en menores de edad.

Siete películas argumentales para sentir las aristas de un tema tan complicado y espinoso sobre el que no podemos, ni debemos, volver la vista a otro lado. Aquí no es un tema de dioses ni de reyes, sino de niños, niñas y adolescentes que transitan en sus familias en zonas oscuras para la mente, el alma y el corazón.

Prescripción 1. Lolita (Stanley Kubrick, 1962).

Ficha técnica

Título: Lolita. Título original: Lolita.

Dirección: Stanley Kubrick. País: Reino Unido. Año: 1962.

Duración: 152 min. Género: Drama.

Reparto: James Mason, Sue Lyon, Shelley Winters, Peter Sellers, Mariann Stone.

Ficha de los protagonistas:

• Nombre: Humber Humbert (James Mason), quien acaba convirtiéndose en padrastro de la adolescente estadounidense Lolita (Sue Lyon).

Frases de cine

“Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba de pie, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos fue siempre Lolita”.

“Lolita, diminutivo de Dolores, las lágrimas y las flores”.

“Me vuelve loco la doble naturaleza de esa ninfa. De todas las ninfas, tal vez. Esa mezcla que tiene Lolita de ternura, soñadora puerilidad y una especie de vulgaridad inquietante. Sé que es una locura escribir este diario, pero me proporciona una rara emoción…”.

Síntesis argumental

Humbert Humbert, un intelectual europeo de mediana edad, llega a Ramsdale, New Hampshire, para alquilar una habitación durante el verano. Se siente inmediatamente cautivado por Dolores Haze, Lolita, la precoz hija de 12 años de su vulgar y viuda casera, Charlotte (Shelley Winters). Para permanecer cerca de Lolita, Humbert se casa con Charlotte, a quien realmente desprecia más que ama. Charlotte descubre el diario de Humbert donde detalla su obsesión por Lolita y, en un ataque de furia, muere atropellada por un coche. Humbert oculta la verdad a Lolita y la convence de emprender un viaje por carretera a través de Estados Unidos, en lo que pasa a ser una particular road movie con tintes de cine negro.

Durante este viaje, la relación de Humbert con Lolita se vuelve íntima y compleja, marcada por la manipulación, el deseo y, en ciertos momentos, una extraña forma de afecto. Humbert intenta mantener a Lolita bajo su control, pero ella anhela la normalidad y la compañía de otros jóvenes. Finalmente, Lolita huye con Clare Quilty (Peter Sellers), un dramaturgo que Humbert sospechaba que los seguía. Pasan varios años y Humbert, consumido por la obsesión y la culpa, finalmente localiza a Lolita, ahora casada y embarazada. Ella rechaza su intento de reanudar su relación. En un último acto de desesperación y venganza, Humbert encuentra y asesina a Quilty, confesando finalmente sus crímenes antes de morir en prisión.

Emociones y reflexiones

Fue en 1955 cuando Vladimir Nabokov escribió “Lolita”, una de las novelas más cautivadoras y perturbadoras de la literatura, donde se narra el “pecado” de amar y desear a una adolescente. Y el escándalo que provocó la novela fue cogido al vuelo por un director tan brillante como polemicista, Stanley Kubrick, en lo que fue su primera versión cinematográfica en blanco y negro en el año 1962. Luego llegaría la versión del año 1997, ya en color y bajo la dirección de Adrian Lyne, en donde los papeles principales fueron para Jeremy Irons, Dominique Swain, Melanie Griffith y Frank Langella, y, aunque contó con la dirección musical de Ennio Morricone, no llegó a la calidad de la original(7). Conocido es que a partir de entonces se acuñó el nombre de “lolita” para referirse a aquellas preadolescentes tan seductoras como inocentes de su propio milagro de atracción sobre algunos hombres.

Lolita habla de la libido, la más ardiente de las pasiones humanas, y ese difícil tránsito para vencer la concupiscencia. Y son los recovecos de la mente humana los que le interesan a Nabokov (a Kubrick y a Lyne), una forma de explorar este universo conceptual y sacarle jugo artístico a una realidad aterradora. Y donde se nos devuelven algunos mensajes principales que invitan a la reflexión, como la naturaleza destructiva de la obsesión (esa obsesión de Humbert que ciega su juicio y lo aísla de la realidad), la pérdida de la inocencia con esa relación ilícita entre Humbert y Lolita (donde se arrebata la niñez y se imponen cargas emocionales y psicológicas inapropiadas), la complejidad de la naturaleza del deseo y los límites de la moralidad (lo que genera en el espectador una incómoda reflexión), así como la ambigüedad moral y la falta de redención, donde no seremos capaces de emitir juicios morales sencillos.

Prescripción 2. El soplo al corazón (Louis Malle, 1971).

Ficha técnica

Título: El soplo al corazón. Título original: Le souffle au coeur.

Dirección: Louis Malle. País: Francia. Año: 1971.

Duración: 115 min. Género: Drama.

Reparto: Lea Massari, Benoît Ferreux, Daniel Gélin, Michael Lonsdale, Ave Ninchi.

Ficha de los protagonistas:

• Nombre: Clara (Lea Massari) y su hijo Laurent (Benoît Ferreux), de 14 años.

Frases de cine

“Solo puedo confirmar su diagnóstico: insuficiencia aórtica reumática provocada por un comienzo de escarlatina, con hipertrofia y dilatación del ventrículo izquierdo. Es lo que vulgarmente se conoce como un soplo al corazón”.

“Quizás no estábamos preparados para esto…Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos”.

“No lo repetiremos nunca más, pero no te avergüences de ello cuando lo recuerdes. Recuérdalo con ternura”.

Síntesis argumental

Nos sumerge en aquella primavera del año 1954 en la ciudad francesa de Dijon, donde el adolescente Laurent, de una familia bien acomodada, explora su despertar sexual y sus complejas relaciones familiares, especialmente con sus dos hermanos mayores, su padre y su joven y cariñosa madre italiana, Clara. Y es en la segunda parte del metraje cuando, tras el diagnóstico de un soplo al corazón (en lo que bien pudiera ser una fiebre reumática), llega la trama más controvertida y que acaece en ese viaje que hacen madre e hijo a un balneario para cuidar de su salud. En un momento de vulnerabilidad y confusión emocional, hijo y madre tienen una relación sexual, tabú que es abordado con una mezcla de delicadeza y ambigüedad, sin ofrecer juicios morales explícitos, sino explorando la dinámica emocional y la cercanía inusual entre madre e hijo. Y todo ello con el trasfondo de una banda sonora repleta de la música de jazz de Charlie Parker y Dizzie Gillespie, un recurso que Louis Malle ya utilizó en su ópera prima, Ascensor para el cadalso (Ascenseur pour l’échafaud, 1958), en este caso bajo los acordes de Miles Davis.

Emociones y reflexiones

El soplo al corazón es una película provocadora, y más en su estreno hace más de cuatro décadas, que nos invita a reflexionar sobre la complejidad de las emociones, las relaciones familiares y los tabúes sociales. Su ambigüedad y su falta de juicio moral son precisamente lo que la convierten en una obra cinematográfica memorable y objeto de debate. Y el espectador vive una mezcla compleja de emociones y reflexiones, principalmente centradas en la exploración de la adolescencia, la dinámica familiar y la naturaleza del deseo y el afecto.

La película captura vívidamente la turbulencia emocional y la incertidumbre de la adolescencia, el despertar sexual y la búsqueda de identidad del joven Laurent. Sentimos su curiosidad, sus miedos y su desconcierto ante el mundo adulto. Allí donde se establece una fuerte conexión entre la madre y el hijo, una relación ambigua, pero no enfermiza, sino dotada de indudable ternura: ese adolescente está enamorado de su madre –Edipo a la carga–, de la primera mujer que lo vio y lo consintió. Y ello nos genera una palpable sensación de tensión e incomodidad como espectadores, invitándonos a confrontar tabúes sociales y morales.

Y es que la película desafía las nociones convencionales de las relaciones familiares, mostrando cómo los límites pueden difuminarse y nos hace reflexionar sobre la construcción social del tabú del incesto y la compleja interacción entre el deseo, el afecto y las normas sociales. Louis Malle evita ofrecer juicios morales sobre las acciones de los personajes, presentando una situación compleja, donde deja al espectador la tarea de formarse su propia opinión.

Prescripción 3. La luna (Bernardo Bertolucci, 1979).

Ficha técnica

Título: La luna. Título original: La luna.

Dirección: Bernardo Bertolucci. País: Italia. Año: 1979.

Duración: 142 min. Género: Drama.

Reparto: Jill Clayburgh, Matthew Barry, Veronica Lazar, Renato Salvatori, Aida Valli.

Ficha de los protagonistas:

• Nombre: Caterina (Jill Clayburgh), una famosa cantante de ópera italiana, y su hijo adolescente Joe (Matthew Barry).

Frases de cine

“¿Sabes por qué tomo drogas? Porque todo me importa una mierda”.

“Yo te quiero, mamá. Pero no sé cómo quererte”.

“¿Qué sabes tú del amor? Solo sabes de drogas».

Síntesis argumental

En esta película todo comienza con una bella madre y su angelical hijo de poco más de un año, un matrimonio feliz junto al mar donde huele a verano y felicidad. Suena un twist y aparecen los títulos de crédito, la noche y la luna. Y a continuación el niño ya es adolescente, Joe, hijo único adicto a la heroína, cuyo padre muere repentinamente, y entonces huye de Brooklyn a Roma con su madre, la cantante de ópera Caterina Silveri. Y a partir de aquí aparece un tour de force entre madre e hijo, una complicada relación de amor y autodestrucción. Su relación es intensa y posesiva, marcada por una profunda conexión emocional y física que roza lo incestuoso, aunque nunca se consuma explícitamente.

Y duele ver las imágenes de las agujas de heroína o las dosis de incesto, con los recurrentes ataques de locura o pánico ante sus vidas, nada desgraciadas, aunque las vieran así. Y la búsqueda de Joe de su verdadero padre, un maestro que, al igual que él, estaba enamorado de su madre. El encuentro entre madre, hijo y padre biológico es tenso y emocionalmente intenso. Joe, en su estado de vulnerabilidad, busca figuras paternas y lucha por encontrar su identidad en medio de la confusión familiar. Y ese final en las Termas de Caracalla, allí donde ocurre la reconciliación mientras se realizan los ensayos de la ópera “Un ballo in maschera” de Giuseppe Verdi. Y la luna aparece sobre la noche de Caracalla. Ópera, cine y un pasado edípico por resolver.

Emociones y reflexiones

La luna funciona como una reinvención del complejo de Edipo, ese complejo conjunto de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores. Se trata de un concepto central de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo (parricidio).

La película explora la naturaleza obsesiva del amor materno, los límites de la intimidad familiar y el impacto de los secretos y las verdades ocultas en las relaciones. A través de imágenes evocadoras y una narrativa audaz, Bertolucci examina temas como la dependencia emocional, la búsqueda de identidad, el dolor, la culpa y la posibilidad de redención. El clímax de la película se desarrolla en un intento desesperado de Caterina por acercarse a Joe y romper el ciclo de su adicción. La ambigüedad del final deja al espectador reflexionando sobre el futuro de esta compleja relación y la posibilidad de sanación.

En esencia, La luna es un drama psicológico intenso que utiliza la turbulenta relación entre una madre y su hijo adicto para explorar las profundidades del amor, la soledad y la búsqueda de conexión en un mundo de secretos y dolor. Una película que me convulsionó la primera vez que la vi siendo un adolescente, pero que sigue impresionando al revisarla muchas décadas después.

Y si aquí el incesto es entre madre e hijo, años después nos lo mostró de nuevo Bertolucci, ahora entre hermanos en la película Soñadores (2003)(9), con esa especial relación de tres jóvenes veinteañeros en el París del mayo del 68: Isabelle (Eva Green) y su hermano mellizo Theo (Louis Garrel), solos en la ciudad mientras sus padres están de viaje, quienes invitan a su apartamento a Matthew (Michael Pitt), un joven estudiante americano. Tres jóvenes confinados en el piso, allí donde establecen unas reglas para conocerse mutuamente, explorando emociones y erotismo a través de una serie de juegos extremadamente arriesgados. Juegos donde el cine, la música y también la literatura son el sustento cultural de estos jóvenes de aquella revolución cultural, política y social del mayo del 68 y la convulsa década de los sesenta, allí donde se suceden las reflexiones de sus protagonistas entre sus devaneos de libertad sexual.

Prescripción 4. The War Zone (La zona oscura) (Tim Roth, 1999).

Ficha técnica

Título: The War Zone (La zona oscura). Título original: The War Zone.

Dirección: Tim Roth. País: Reino Unido. Año: 1999.

Duración: 98 min. Género: Drama.

Reparto: Freddie Cunliffe, Lara Belmont, Ray Winstone, Tilda Swinton, Kate Ashfield.

Ficha de los protagonistas:

• Nombre: Tom (Freddie Cunliffe), un quinceañero, descubre el terrible secreto entre su hermana Jessie (Lara Belmont), de 18 años, y su padre (Ray Winstone).

Frases de cine

“Estás sugiriendo algo bastante extraño si dices lo que creo que estás diciendo”.

“Si te atreves a destrozar a la familia, te mataré”.

“¿Qué vamos a hacer?”.

Síntesis argumental

El novelista y guionista Alexander Stuart escribió su obra más controvertida en 1989 bajo el título de “The War Zone”, la historia de un incesto que se produce en el seno de una familia que se ha trasladado de Londres a una casa de Devon, en plena costa inglesa. Y fue el actor Tim Roth (fetiche de Quentin Tarantino), devenido en director, quien nos devuelve este drama intenso que explora el trauma y las devastadoras consecuencias del abuso incestuoso en una familia inglesa.

A través de la perspectiva de Tom, el hermano menor, la película desvela una atmósfera familiar tensa y disfuncional. Su madre (Tilda Swinton) está embarazada, y la relación entre su padre Ray y su hermana mayor, Jessie, es extraña e inquietante. La incomodidad de Tom se convierte en horror cuando descubre ese secreto oscuro y perturbador, una realidad brutal que sacude los cimientos de su mundo y lo obliga a lidiar con el shock, la negación y, finalmente, la rabia. La película aborda de manera directa y sin concesiones el tema del incesto y la violencia sexual, mostrando su impacto en todos los miembros de la familia. La frialdad con que está tratada la película está incentivada por varios recursos paisajísticos: unos cielos siempre grises, lluviosos y melancólicos, el búnker abandonado de la guerra y un mar siempre turbulento.

Emociones y reflexiones

La narración visual de Tim Roth crea una atmósfera opresiva, reflejando la oscuridad del secreto familiar y el aislamiento emocional de los personajes. La película no se centra en los detalles gráficos del abuso (aunque hay escenas duras), sino en las reacciones y el sufrimiento de las víctimas, especialmente a través de la mirada de Tom.

Es así que The War Zone (La zona oscura) nos deja una profunda huella emocional, porque la revelación del incesto genera una intensa sensación de horror y repulsión ante la violación de la inocencia y la traición familiar. Sentimos la angustia e impotencia de los hermanos y la manipulación de los adultos, esa impunidad del abusador y la falta de protección a la víctima que provocan en el espectador una mezcla de tristeza, rabia e indignación. Al igual que Tom, experimentamos confusión ante la complejidad de la situación y un profundo aislamiento al no poder compartir su terrible descubrimiento.

Y cabe reflexionar sobre cómo un secreto oscuro y un acto de abuso pueden destrozar la imagen idealizada de la familia y revelar su lado más disfuncional y destructivo. Y nos expone el profundo y duradero trauma que sufren las víctimas de abuso sexual y cómo este afecta sus vidas y sus relaciones. Y nos plantea preguntas incómodas sobre la naturaleza de la violencia y si esta puede ser una respuesta, aunque desesperada, ante la injusticia y la impunidad. Aunque la película es oscura, implícitamente subraya la importancia de romper el silencio y hablar sobre el abuso para poder sanar y prevenir futuras tragedias.

En definitiva, una película que nos confronta con la oscuridad del abuso incestuoso y sus devastadoras consecuencias, lo que es una losa que introduce en zona de guerra a la familia y en zona oscura a la sociedad.

Prescripción 5. Precious (Lee Daniels, 2009).

Ficha técnica

Título: Precious. Título original: Precious: Based on the Novel Push by Sapphire.

Dirección: Lee Daniels. País: EE.UU. Año: 2009.

Duración: 105 min. Género: Drama basado en hechos reales.

Reparto: Gabourey Sidibe, Mo´Nique, Paula Patton, Mariah Carey, Lenny Kravitz.

Ficha de los protagonistas:

• Nombre: Precious (Gabourey Sidibe), una adolescente negra de Harlem, sufre demasiadas lacras familiares y sociales, entre ellas haber sido violada por su padre y tener dos hijos suyos.

Frases de cine

“El otro día lloré. Me sentí estúpida. Pero ¿sabéis qué?, a la mierda ese día. Para eso Dios, o quien sea, hace días nuevos…”.

“Bueno, háblame de tu padre. Háblame de tu relación con él”.

“El amor no hizo nada por mí. El amor me golpeó, me violó, me trató de animal, me hizo sentir inútil. Me contagió”.

Síntesis argumental

Claireece “Precious” Jones (Gabourey Sidibe, en un impresionante debut en el cine) es una adolescente negra de 16 años con obesidad mórbida, analfabeta y que vive en el Harlem de los años 80, desarraigada socialmente junto a su madre (Mo´Nique), una ex-presidiaria que la somete a maltratos físicos y emocionales. Está embarazada por segunda vez de su padre, al que nunca ve y los pocos contactos con él, la viola; su primera hija tiene síndrome de Down (y a la que apodan “Mongo”) y viven de las ayudas de la asistencia social. Cuando la joven está a punto de abandonar la escuela por su embarazo, es trasladada a un instituto alternativo donde los alumnos participan activamente en la enseñanza. Allí conocerá a la señorita Rain (Paula Patton), que no parará hasta que “Precious” (paradójico nombre, visto lo visto) recupere su dignidad.

La película guarda algunas curiosidades: una de las productoras ejecutivas es la poderosa presentadora Oprah Winfrey; dos estrellas de la canción hacen sus pinitos en la película, Mariah Carey (como trabajadora social) y Lenny Kravitz (como enfermero); la propia Sapphire, autora del libro “Push” en que se basa la historia, hace una breve aparición como cuidadora de guardería; y la anterior película del director (Shadowboxer) también tiene entre sus actores a Mo´Nique que, en dicha película y curiosamente, se llama Precious.

Emociones y reflexiones

Con este argumento referido en Precious, lo normal es que uno no se anime a visionarla. Pero el relato deja espacio para la solidaridad, la esperanza y la humanidad, con mensajes sobre la superación de dificultades, en un viaje que lleva de la oscuridad, el dolor y la impotencia a la luz, el amor y la autodeterminación. Fue una de las sorpresas cinematográficas de aquel año, puro cine independiente. Allí donde nuestra protagonista reúne un conjunto de problemas médicos (la visión de la obesidad y el embarazo no deseado nos golpean como puños), psicológicos (la autoestima destrozada en el entorno de una familia patológica) y sociales (analfabetismo, desarraigo y marginación social) que nos hablan, de una forma extrema, de lo que nunca debemos permitir de una adolescencia sana, en términos de salud física y mental. Y estos contextos tan disfuncionales son caldo de cultivo para el abuso sexual en todas sus formas, también en forma de incesto, como se constata en esta historia.

No es Precious una película que se centre en el incesto, pero se vislumbran todos los factores de riesgo: la madre abusiva y negligente que permite y perpetúa el incesto, porque su propia frustración, rabia, adicción y dependencia económica del padre de Precious la llevan a negar la realidad y a culpar a su propia hija; el padre ausente y abusador, donde su figura fantasma es omnipresente en el sufrimiento de nuestra adolescente; la dinámica de poder familiar con ese desequilibrio extremo, donde los adultos ejercen el control y nuestra protagonista se siente nadie; el entorno social indiferente a su alrededor (salvo esa maestra salvadora) y esa normalización de la disfunción en comunidades marginadas como en la que viven. Y esa vergüenza y estigma que pesa sobre la víctima, lo que dificulta aún más que hable sobre su situación. Por ello, películas así buscan generar conciencia sobre estas realidades y la necesidad de intervención y apoyo para las personas que sufren abuso.

Prescripción 6. Reina de corazones (May el-Toukhy, 2019).

Ficha técnica

Título: Reina de corazones. Título original: Dronningen.

Dirección: May el-Toukhy. País: Dinamarca. Año: 2019.

Duración: 127 min. Género: Drama.

Reparto: Trine Dyrholm, Gustav Lindh, Magnus Krepper, Frederikke Dahl Hansen, Drêm Camille G.

Ficha de los protagonistas:

• Nombre: Annie (Trine Dyrholm), una exitosa abogada, y su hijastro adolescente Gustav (Gustav Lindh).

Frases de cine

“Tú sabes que lo que pasó es ilegal, tú precisamente”.

“No todo es blanco y negro. A veces amas a alguien y eso nubla tu juicio”.

“Tu padre no puede más contigo. Ocupas demasiado espacio”.

Síntesis argumental

La película nos presenta a una familia modelo de clase alta, compuesta por Peter, un médico de alto prestigio, y Annie, una abogada especializada en la defensa de menores, que tienen dos hijas gemelas preadolescentes (a las que leen al dormir “Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas”) y una vida perfecta. Pero un día, el padre se ve en la tesitura de acoger en su casa al problemático hijo que tuvo de su anterior relación, el adolescente Gustav, y que va a poner patas arriba a esa familia. Lo que nos cuenta quizás no es nuevo, pero la forma de presentar la historia y la tensión de las pulsiones quizás sí es lo que podemos destacar, y quizás fue uno de los méritos para alzarse con el Premio de Público en el Festival de Sundance de aquel año, y donde destacan dos mujeres: su directora (May el-Toukhy, con raíces egipcias) y su actriz principal (Trine Dyrholm, habitual en los mejores títulos de este país escandinavo).

Reina de corazones está dividida en dos mitades que resultan totalmente antitéticas entre sí. La primera de ellas es un drama burgués, en el que se introduce el personaje de Gustav como un elemento disruptor de la normalidad a la que la familia estaba acostumbrada; es la parte convencional y ya vista en otras ocasiones. En la segunda mitad, la directora va destapando sus cartas y desmontando la retorcida relación que en realidad mantienen los dos personajes, y la película ya se mueve entre el thriller y el suspense, donde la historia ya sí nos atrapa. Y es que ya en las primeras escenas del film la directora avisa al espectador (mediante ese flashforward) que todo lo que aparece tan perfecto es en realidad una mentira, mediante este plano en el que la cámara va dándose la vuelta a sí misma, mostrando una realidad que aparece distorsionada y que no es como aparenta.

Cabe recordar que esta película danesa tuvo su remake con la película francesa El último verano (L´Été dernier, Catherine Breillat, 2023)(14), con una trama argumental similar en donde la madre se llama Anne (Léa Ducker, vista en la compleja película Custodia compartida(15)) y el hijastro adolescente se llama Theo (Samuel Kircher). Y aunque mantiene el drama psicológico, no llega a la calidad de la película original.

Emociones y reflexiones

Reina de corazones nos enfrenta al trágico mundo del incesto, aunque también encierra otros temas, abiertos al debate. Porque no es baladí que Anne tenga un trabajo dirigido a la comunidad, concretamente defendiendo a menores que han sido abusados, algo que en realidad es sumamente retorcido con el transcurrir posterior de la historia. Es evidente que todo esto está realizado con unas intenciones críticas por su directora, pues nos habla de las relaciones de poder y cómo la influencia negativa que utiliza la madrastra puede extrapolarse a la propia sociedad danesa. Porque, al final, los poderosos utilizan sus herramientas para acabar con los más débiles, una vez ya han obtenido todo lo que querían de ellos.

Es Reina de corazones una buena película alrededor del incesto (y otros temas), incómoda y atractiva a partes iguales, una cinta llena de detalles, tanto técnicos como temáticos, que merece un visionado para todo aquel que se autodenomine cinéfilo, donde hay sombras de aquel cine melodramático de Douglas Sirk y algo del suspense de Alfred Hitchcock. Y cabe no olvidar que la Reina de Corazones es un personaje ficticio del libro de Lewis Carroll, “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas” (el libro que Anne lee a sus gemelas), esa monarca infantil y de mal genio que se apresura a condenar a muerte ante la menor ofensa.

Prescripción 7. Dalva (Emmanuelle Nicot, 2022).

Ficha técnica

Título: Dalva. Título original: Dalva.

Dirección: Emmanuelle Nicot. País: Bélgica. Año: 2022.

Duración: 80 min. Género: Drama.

Reparto: Zelda Samson, Alexis Manenti, Fanta Guirassi, Marie Denarnaud, Jean-Louis Coullo´ch.

Ficha de los protagonistas:

• Nombre: Dalva (Zelda Samson) se viste, maquilla y vive como una mujer para su padre Jacques (Jean-Louis Coullo´ch).

Frases de cine

“La abogada piensa que es mejor que permanezcas aquí. Puede que estés en peligro con tu padre”.

“Por qué un padre y una hija no pueden quererse”.

“Tengo miedo de estar sola. De no volver a ser importante para nadie”.

Síntesis argumental

Una violenta escena abre este drama belga, donde Dalva y Jacques se llaman y piden a la policía, que ha entrado en casa, que les suelten. Dalva es tan solo una preadolescente de 12 años que se nos presenta vestida, peinada y pintada como una mujer. En medio de la noche la trasladan al Refugio Givet, donde permanecerá al cargo de educadores y trabajadores sociales por orden judicial. Ella rechaza que a su padre se le acuse de secuestro e incesto, pues más bien se ha convertido en una muñeca maquillada, peinada y disfrazada por su padre, que ha hecho de ella su pequeña esposa. Una muñeca dócil y confundida en busca de amor.

Dos personas serán clave en la difícil readaptación de Dalma, en ese camino para entender lo anormal de lo que vivió y poder recuperar su infancia y adolescencia, liberándose de aquel encierro físico y mental: una es Jayden (Alexis Manenti), el trabajador social encargado de ella, y otra es su compañera de habitación, Samia (Fanta Guirassi), la rebelde adolescente de color, negra, que está allí porque su madre se dedica a la prostitución. Pero Dalma vive su separación como una injusticia. Y es así como harán falta las miradas de los demás y, luego, su propia mirada, para que desaparezca el condicionamiento del que ha sido objeto y poder recuperar lo que le fue confiscado, su infancia y adolescencia. Su padre la cosificó a su imagen y semejanza, y ella tiene que liberarse de ello y los pequeños detalles se hacen patentes progresivamente: dejar de pintarse los labios, desprenderse de los pendientes, dejar que aparezca el color natural de su pelo o ponerse ropa propia de su edad.

Emociones y reflexiones

Quien se adentre a esta película, se enfrentará a una historia oscura realizada con luminosa maestría para invitarnos a la reflexión (y que es puro compromiso con las víctimas de incesto). Aunque la película Dalva empieza como un drama en la oscuridad (y vaya que si lo es por el tema que denuncia), la historia camina hacia la luz de la reconstrucción personal de nuestra protagonista, un personaje, una actriz y una historia que será difícil de olvidar. Y con un final a la altura de la película: el padre se atreve a mirar a Dalva avergonzado desde la tribuna del juzgado y ella aprieta con fuerza la mano a su madre, que está a su lado. Todo dicho sin una escena desagradable sobre esa lacra social que es la pederastia y el incesto.

Y es así como este conmovedor debut de la directora Emmanuelle Nicot (también guionista de la historia) nos permite realizar un buen debate y reflexión sobre cómo vencer el síndrome de Estocolmo de las víctimas de incesto, algo que viviremos con Dalva. Cabe recordar que el síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro o retención en contra de su voluntad desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo afectivo con su secuestrador o retenedor. Principalmente se debe a que malinterpretan la ausencia de violencia como un acto de humanidad por parte del agresor. El síndrome de Estocolmo es más común en personas que han sido víctimas de algún tipo de abuso, tal es el caso de rehenes, prisioneros de guerra y de campos de concentración, miembros de una secta, víctimas de violencia en la pareja o intrafamiliar y víctimas de abuso sexual reiterado. Si ese abuso sexual reiterado ocurre entre un padre y una hija, se suma incesto, y las consecuencias a corto, medio y largo plazo son bien reconocidas desde el campo de la Psiquiatría y Medicina Legal.

Colofón a las películas para entender el tabú del incesto en menores

Las historias del cine que hablan sobre el incesto suelen ser polémicas y perturbadoras, complicadas de ver y sentir, y no dejan a nadie indiferente. La industria cinematográfica ha planteado la relación amorosa entre familiares desde diferentes puntos de vista, algunas como resultado de la imaginación de los guionistas, otras basadas en hechos reales (lo cual nos perturba más). Aparte de las películas ya “prescritas”, hay muchos otros títulos que tratan el tema de forma directa o de manera circunstancial.

Otras películas donde el incesto alrededor de la infancia y adolescencia es nuclear proceden de films de muy diferentes filmografías: Los chicos terribles (Les enfants terribles, Jean-Pierre Melville, Jean Cocteau, 1950), Tú me hiciste mujer (Beau-pére, Bertrand Blier, 1981), Fuego en las alturas (Höhenfeuer, Fredi M. Murer, 1985), Contra el viento (Francisco Periñán, 1990), Con mis ojos cerrados (Close my Eyes, Stephen Poliakoff, 1991), La hermanita (Zusje, Robert Jan Westdijk, 1995), Mi madre (Ma mère, Christophe Honoré, 2004), La balada de Jack y Rose (The Ballad of Jack and Rose, Rebecca Miller, 2005), Géminis (Albertina Carri, 2005), Savage Grace (Tom Kalin, 2007), Canino (Yorgos Lanthimos, 2009)(16), Daniel & Ana (Michel Franco, 2009), Vergüenza, ninguna (Bez wstydu, Filip Marczewski, 2012), That Lovely Girl (Keren Yedaya, 2014), Marguerite et Julien (Valérie Donzelli, 2015), Homesick (Anne Sewitsky, 2015), Illegitimate (Adrian Sitaru, 2016), etc.

Y algunas otras películas donde el tema del incesto aparece en algún momento de la trama argumental, como Las manos en los bolsillos (I pugni in tasca, Marco Bellocchio, 1965), El lago azul (The Blue Lagoon, Randal Kleiser, 1980), La marca de la mariposa (Butterfly, Matt Cimber, 1982), El beso de la pantera (Cat People, Paul Schrader, 1982), Carne de tu carne (Carlos Mayolo, 1983), Charlotte for Ever (Serge Gainsbourg, 1986), Flores en el ático (Flowers in the Attic, Jeffrey Bloom, 1987), Mi querida hermana (Sister, my Sister, Nancy Meckler, 1994), Inocencia interrumpida (Girl, Interrupted, James Mangold, 1999)(17), El silencio (The Quiet, Jamie Babbit, 2005), Beautiful Kate (Rachel Ward, 2009), Womb (Benedek Fliegauf, 2010), Agosto (August: Osage County, John Wells, 2013), La cumbre escarlata (Crimson Peak, Guillermo del Toro, 2015), entre otras.

Bibliografía

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10. González de Dios J. Cine y Pediatría (160). “La zona oscura” debiera llenarse de luz en la infancia. Disponible en: https://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2013/02/cine-y-pediatria-160-la-zona-oscura.html.

11. González de Dios J. Cine y Pediatría (5). “Precious”: adolescencia S.O.S. Disponible en: https://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2010/02/cine-y-pediatria-5-precious.html.

12. González de Dios J. Cine y Pediatría (663). “Reina de corazones” da una vuelta de tuerca al incesto en el cine. Disponible en: https://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2022/09/cine-y-pediatria-663-reina-de-corazones.html.

13. González de Dios J. Cine y Pediatría (710). “Dalva” tiene que vencer el síndrome de Estocolmo del incesto. Disponible en: https://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2023/08/cine-y-pediatria-711-dalva-tiene-que.html.

14. González de Dios J. Cine y Pediatría (771). La complejidad alrededor del “Instinto maternal”. Disponible en: https://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2024/10/cine-y-pediatria-772-la-complejidad.html.

15. González de Dios J. Cine y Pediatría (439). “Custodia compartida”, los hijos como trinchera. Disponible en: https://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2018/06/cine-y-pediatria-439-custodia.html.

16. González de Dios J. Cine y Pediatría (48). “Canino”: dentellada alegórica sobre familias y totalitarismos. Disponible en: https://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2010/12/cine-y-pediatria-48-canino-dentellada.html.

17. González de Dios J. Cine y Pediatría (46). “Inocencia interrumpida”: adolescentes en el nido del cuco. Disponible en: https://www.pediatriabasadaenpruebas.com/2010/11/cine-y-pediatria-46-inocencia.html.

 

 

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