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Nuevo medicamento para proteger a los recién nacidos y lactantes de la infección por el virus respiratorio sincitial (VRS)
Disponible en: https://www.ema.europa.eu/en/news/new-medicine-protect-babies-infants-respiratory-syncytial-virus-rsv-infection
La EMA (European Medicines Agency) ha recomendado una autorización de comercialización en la Unión Europea (UE) para Beyfortus (nirsevimab), para la prevención de la enfermedad del tracto respiratorio inferior por el virus respiratorio sincitial (VRS) en recién nacidos y lactantes durante su primera temporada de VRS.
El VRS es un virus respiratorio común que generalmente causa síntomas leves similares a los del resfriado. La mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas, pero el VRS puede ser grave, especialmente en los lactantes. Es la causa más común de infecciones del tracto respiratorio inferior, como la bronquiolitis y la neumonía que pueden conducir a la hospitalización o incluso la muerte en recién nacidos y lactantes pequeños; por ejemplo: en 2015, el VRS causó aproximadamente 33 millones de infecciones del tracto respiratorio inferior en niños menores de cinco años en todo el mundo; 3,2 millones de ellos requirieron hospitalización. Aproximadamente, 59.600 niños murieron, la gran mayoría (43.600) en países de ingresos bajos y medios. A pesar de una disminución en el número de infecciones por VRS durante la pandemia en 2020 y 2021, se espera un resurgimiento de las infecciones tras la flexibilización de las medidas de mitigación de COVID-19. En la UE, el virus suele ser más común durante el invierno.
Nirsevimab, el principio activo de Beyfortus, es un anticuerpo monoclonal humano recombinante con una vida media prolongada que se une a las subunidades F1 y F2 de la proteína de fusión (F) del VRS en un epítopo altamente conservado, bloqueando la proteína F del VRS en la conformación previa a la fusión y bloqueando la entrada viral en la célula huésped.
El dictamen del Comité de Medicamentos Humanos (CHMP) de la EMA se basa en los datos de dos ensayos clínicos multicéntricos aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo, que investigaron la eficacia y la seguridad de nirsevimab en lactantes prematuros y a término sanos que entran en su primera temporada de VRS.
En un estudio de 1.453 lactantes prematuros sanos, una dosis única de 50 mg de nirsevimab administrada antes de la temporada de VRS dio lugar a una incidencia 70,1% menor de infección por VRS y una incidencia 78,4% menor de hospitalización por infecciones asociadas al VRS, durante un período de 150 días después de la administración de la dosis. Debido a que el medicamento se elimina lentamente, durante un período de varios meses, una sola dosis de Beyfortus protegió a los lactantes contra la enfermedad del VRS durante toda la temporada del VRS.
La efectividad del anticuerpo monoclonal se evaluó en otro ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, en el que los lactantes con una edad gestacional de, al menos 35 semanas, recibieron una sola inyección intramuscular de 50 mg de nirsevimab (o 100 mg si su peso era superior a 5 kg) o placebo en una proporción de 2:1 (nirsevimab:placebo). El criterio de valoración primario de la eficacia fueron las infecciones del tracto respiratorio inferior asociadas al VRS, atendidas médicamente hasta 150 días después de la inyección. El criterio de valoración secundario de eficacia fue la hospitalización por VRS durante el mismo período de tiempo. Un total de 1.490 lactantes con una mediana de edad de 2,6 meses (48,4% mujeres) se reclutaron en el ensayo. El criterio de valoración primario ocurrió en el 1,2% de los que recibieron nirsevimab y en el 5% de los que recibieron una inyección de placebo, lo que corresponde a una eficacia del 74,5% (p < 0,001) y la eficacia contra la hospitalización por VRS fue del 62,1% (p = 0,07).
La seguridad de nirsevimab también se evaluó en un ensayo multicéntrico de fase II/III, aleatorizado, doble ciego, en lactantes que nacieron cinco o más semanas prematuramente (menos de 35 semanas de gestación), con mayor riesgo de enfermedad grave por VRS y lactantes con enfermedad pulmonar crónica del prematuro o cardiopatía congénita. Los resultados de este estudio mostraron que Beyfortus tenía un perfil de seguridad similar en comparación con Synagis (palivizumab). Los efectos secundarios más comunes notificados para Beyfortus fueron: erupción cutánea, fiebre y reacciones locales en el lugar de la inyección, como, por ejemplo: enrojecimiento, hinchazón y dolor.
Beyfortus se ha evaluado bajo el mecanismo de evaluación acelerada de la EMA, porque la prevención de la infección por VRS en todos los lactantes se considera de gran interés para la salud pública. El dictamen adoptado por el CHMP es un paso intermedio en el camino de Beyfortus hacia el acceso de los pacientes. El dictamen se enviará ahora a la Comisión Europea para la adopción de una decisión sobre una autorización de comercialización a escala de la UE. Una vez concedida, las decisiones sobre el precio y el reembolso se tomarán a nivel de cada Estado miembro, teniendo en cuenta el papel o el uso potencial de este medicamento en el contexto del sistema nacional de salud de ese país.
Javier López Ávila
Urgencias de Pediatría.
Hospital Universitario de Salamanca
¿Pueden influir las partículas ambientales PM2.5 y PM10 en la gravedad de la bronquiolitis?
Milani GP, Cafora M, Favero C, Luganini A, Carugno M, Lenzi E, et al. PM2.5, PM10 and bronchiolitis severity: A cohort study. Pediatr Allergy Immunol. 2022; 33: e13853. Disponible en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/pai.13853.
La asociación entre la contaminación del aire y las enfermedades respiratorias crónicas está bien establecida en adultos y ancianos. Cada vez más datos sugieren que esta asociación podría ocurrir también entre la población pediátrica. Además, algunos estudios sugieren que las partículas en suspensión (PM) podrían estar implicadas en el desarrollo de bronquiolitis en la infancia. La exposición a PM podría modular la infectividad viral, alterar la expresión de citocinas y afectar la capacidad fagocítica de las células inmunitarias, aumentando así la carga de infección en el lactante. Sin embargo, los estudios epidemiológicos sobre PM y bronquiolitis han proporcionado datos parcialmente contradictorios. Por lo tanto, el objetivo de este estudio de cohortes prospectivo fue investigar la asociación entre la exposición a PM (PM2.5 y PM10) y la gravedad de la bronquiolitis.
El estudio se realizó entre noviembre de 2019 y febrero de 2020 en el departamento de emergencias pediátricas del Hospital Policlínico de Milán, Italia, Fondazione IRCCS Ca’ Ospedale. Se reclutó a los lactantes <1 año de edad con bronquiolitis. Un total de 161 niños con bronquiolitis visitaron el departamento de urgencias pediátricas durante el período de estudio. Treinta y siete no fueron elegibles debido a condiciones subyacentes potencialmente asociadas con un peor curso clínico de bronquiolitis y 14 no aceptaron participar. Por tanto, finalmente se incluyeron un total de 110 lactantes (edad media 6,3 ± 5,5 meses, 61% varones) con bronquiolitis. Se evaluó la puntuación de gravedad y se recogió un hisopo nasal para detectar virus respiratorios. Se consideró la exposición diaria a PM10 y PM2.5 en los 29 días anteriores. Se emplearon modelos de regresión ajustados para evaluar la asociación entre la puntuación de gravedad y la exposición a PM10 y PM2.5.
Como resultados se encontró una asociación positiva entre los niveles de PM2.5 y la puntuación de severidad en el día 2 (β 0,0214, 95% IC 0,0011 – 0,0417, p = ,0386), día 5 (β 0,0313, IC 95% 0,0054 – 0,0572, p = ,0179), día 14 (β 0,0284, IC 95% 0,0078 – 0,0490, p = ,0069), día 15 (β 0,0496, IC 95% 0,0242 – 0,0750, p = ,0001) y el día 16 (β 0,0327, IC 95% 0,0080 – 0,0574, p = ,0093). Cifras similares se observaron considerando la exposición a PM10.
Se observó una asociación significativa entre los niveles medios de PM2.5 y PM10 durante la tercera semana previa a la evaluación y la puntuación de gravedad de la bronquiolitis (β 0,0426, IC 95% 0,0173 – 0,0679, p = ,0010; β 0,0478, IC 95% 0,0159 – 0,0797, p = ,0034, respectivamente). Se observaron cifras similares considerando solo la exposición a PM2.5 y PM10 y la puntuación de gravedad de la bronquiolitis debida a la infección por VSR.
Este estudio muestra por primera vez una asociación directa entre los niveles de PM2.5 y PM10 y la gravedad de la bronquiolitis.
Eva Navia Rodilla Rojo
Pediatra de Atención Primaria de Cáceres
Hemangiomas infantiles, ¿qué hay que saber?
Surlis T, De Sa Reilly H, Sadlier M, Nelson J. Infantile haemangiomas.
BMJ. 2022; 378: e068734. Disponible en: https://www.bmj.com/content/378/bmj-2021-068734.
Los hemangiomas infantiles son el tumor vascular más frecuente de la infancia. Ocurren en el 5% a 10% de los lactantes y son una consulta muy frecuente en Atención Primaria.
Normalmente siguen un curso muy predecible, no estando presentes al nacer (aunque pueden existir lesiones precursoras), y se desarrollan en las primeras semanas de vida. Las lesiones crecen rápidamente en los primeros tres meses de vida y, posteriormente, el crecimiento se completa cuando el lactante tiene en torno a 6 meses. A esto le sigue un período de meseta sin crecimiento y luego una involución gradual, generalmente después de que el niño cumple 1 año. La mayoría de los hemangiomas habrán completado la regresión cuando el niño tenga 4 años.
La mayoría de los hemangiomas infantiles son pequeños e inofensivos, pero aproximadamente el 11% presenta algunas complicaciones, como deterioro funcional, afectación estética y anomalías viscerales potencialmente graves. En raras ocasiones, los hemangiomas infantiles pueden ser una característica de los síndromes PHACE(S) o LUMBAR.
Este artículo ofrece una aproximación a la evaluación de un niño con un hemangioma infantil en Atención Primaria. Entre otras cosas, nos hace un repaso de las características y la evolución, síndromes asociados, indicaciones de derivación urgentes o preferentes, el manejo y el seguimiento, y nos resalta estos puntos importantes:
• La mayoría de los hemangiomas infantiles son pequeños, inofensivos y se resuelven sin tratamiento.
• El tratamiento está indicado para lesiones que tienen el potencial de causar un deterioro funcional (en la visión, la respiración, la alimentación o por compresión de órganos internos), ulceración o desfiguración estética.
• Derive a los niños con hemangiomas de alto riesgo de inmediato, ya que el crecimiento más rápido ocurre en los primeros dos meses de vida.
• Se recomienda el propranolol oral para tratar los hemangiomas infantiles problemáticos.
Eva Navia Rodilla Rojo
Pediatra de Atención Primaria de Cáceres