10 Cosas que deberías saber sobre… poliuria |
R. Vila de Frutos, S. Criado Camargo, L.García Espinosa, M. García Boyano.
La poliuria se define como una excesiva producción de orina, cuantificada mediante recogida de orina o pesada de pañales durante 24-48 horas.
Se define como cualquier situación en la que la eliminación de orina es inapropiadamente elevada respecto al volumen circulante efectivo y la concentración de sodio en plasma. A efectos prácticos, en niños menores de un año, se considera poliuria, una eliminación de orina superior a 2 ml/kg/hora y, en mayores de un año, superior a 3 ml/kg/hora.
Puede estar causada por una alteración en la reabsorción de agua en el túbulo, bien por exceso de llegada de esta al túbulo (polidipsia primaria) o bien por defecto en su reabsorción (diabetes insípida central o nefrogénica).
O puede estar causada por una imposibilidad en la capacidad de reabsorción de solutos en el túbulo, bien por exceso de estos (glucosa en la diabetes mellitus o urea en la insuficiencia renal), o bien, por tubulopatías o uso de diuréticos.
Es necesario diferenciarla de otras entidades como: polaquiuria, nicturia o enuresis.
Es importante una adecuada historia clínica, detallando: cantidad de agua diaria que se consume, frecuencia y volumen urinario, si existen otros síntomas asociados, así como antecedentes de ingesta de fármacos o antecedentes familiares de patología renal.
Con una adecuada historia y exploración física, hay que descartar la presencia de síntomas y signos de alarma como: sed excesiva, signos de deshidratación, fallo de medro o alteraciones neurológicas, como: alteraciones en el campo visual, cefalea, irritabilidad o alteración del nivel de conciencia.
Una vez comprobado que existe una verdadera poliuria y se ha realizado la historia clínica y una exploración detallada, es importante realizar un estudio básico inicial para identificar la patología subyacente. En una primera aproximación, es imprescindible determinar la glucemia capilar y realizar una tira rápida de orina.
Dentro del estudio inicial, se recomienda realizar un análisis de sangre con: gasometría, función renal, osmolaridad plasmática e iones. Es necesario recoger la primera micción tras ayuno nocturno habitual, para poder valorar la capacidad de concentración de orina, así como la presencia de: glucosuria, proteinuria, cristales u otras alteraciones.
En función del resultado de estas pruebas, se realizará el diagnóstico diferencial y se valorará la necesidad de realizar pruebas funcionales como el test de restricción hídrica y de administración de hormona antidiurética (ADH). Estos tienen como objetivo, diferenciar: polidipsia primaria, diabetes insípida central y diabetes insípida nefrogénica, tanto completa como parcial.
Para saber aún más…
– Lumbreras Fernández J, Amil Pérez B. Poliuria y polidipsia. Protoc diagn ter pediatr. 2014; 1: 81-9.
– Mahon M, Amaechi G, Slattery F, Sheridan AL, Roche EF. Fifteen-minute consultation: polidipsia, poliuria or both. Arch Dis Child Educ Pract Ed. 2018; 0: 1-5.
– Aguirre Meñica M, Luis Yanes MI. Tubulopatías. Protoc diagn ter pediatr. 2014; 1: 135-53.
– Leung A, Robson WL, Halperin M. Polyuria in Childhood. Clin Pediatr. 1991; 30: 634-40.