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PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº8 – DICIEMBRE 2020

10 Cosas que deberías saber sobre… poliuria

10 Cosas que deberías saber sobre… poliuria

 

R. Vila de Frutos, S. Criado Camargo, L.García Espinosa, M. García Boyano.


La poliuria se define como una excesiva producción de orina, cuantificada mediante recogida de orina o pesada de pañales durante 24-48 horas.

Se define como cualquier situación en la que la eliminación de orina es inapropiadamente elevada respecto al volumen circulante efectivo y la concentración de sodio en plasma. A efectos prácticos, en niños menores de un año, se considera poliuria, una eliminación de orina superior a 2 ml/kg/hora y, en mayores de un año, superior a 3 ml/kg/hora.

Puede estar causada por una alteración en la reabsorción de agua en el túbulo, bien por exceso de llegada de esta al túbulo (polidipsia primaria) o bien por defecto en su reabsorción (diabetes insípida central o nefrogénica).

O puede estar causada por una imposibilidad en la capacidad de reabsorción de solutos en el túbulo, bien por exceso de estos (glucosa en la diabetes mellitus o urea en la insuficiencia renal), o bien, por tubulopatías o uso de diuréticos.

Es necesario diferenciarla de otras entidades como: polaquiuria, nicturia o enuresis.

Es importante una adecuada historia clínica, detallando: cantidad de agua diaria que se consume, frecuencia y volumen urinario, si existen otros síntomas asociados, así como antecedentes de ingesta de fármacos o antecedentes familiares de patología renal.

Con una adecuada historia y exploración física, hay que descartar la presencia de síntomas y signos de alarma como: sed excesiva, signos de deshidratación, fallo de medro o alteraciones neurológicas, como: alteraciones en el campo visual, cefalea, irritabilidad o alteración del nivel de conciencia.

Una vez comprobado que existe una verdadera poliuria y se ha realizado la historia clínica y una exploración detallada, es importante realizar un estudio básico inicial para identificar la patología subyacente. En una primera aproximación, es imprescindible determinar la glucemia capilar y realizar una tira rápida de orina.

Dentro del estudio inicial, se recomienda realizar un análisis de sangre con: gasometría, función renal, osmolaridad plasmática e iones. Es necesario recoger la primera micción tras ayuno nocturno habitual, para poder valorar la capacidad de concentración de orina, así como la presencia de: glucosuria, proteinuria, cristales u otras alteraciones.

En función del resultado de estas pruebas, se realizará el diagnóstico diferencial y se valorará la necesidad de realizar pruebas funcionales como el test de restricción hídrica y de administración de hormona antidiurética (ADH). Estos tienen como objetivo, diferenciar: polidipsia primaria, diabetes insípida central y diabetes insípida nefrogénica, tanto completa como parcial.

 

 

Para saber aún más…

–  Lumbreras Fernández J, Amil Pérez B. Poliuria y polidipsia. Protoc diagn ter pediatr. 2014; 1: 81-9.

–  Mahon M, Amaechi G, Slattery F, Sheridan AL, Roche EF. Fifteen-minute consultation: polidipsia, poliuria or both. Arch Dis Child Educ Pract Ed. 2018; 0: 1-5.

–  Aguirre Meñica M, Luis Yanes MI. Tubulopatías. Protoc diagn ter pediatr. 2014; 1: 135-53.

–  Leung A, Robson WL, Halperin M. Polyuria in Childhood. Clin Pediatr. 1991; 30: 634-40.

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