Crítica de libros |
Carlos Marina
Pediatra y Profesor de la Universidad Europea de Madrid (UEM)
Crítica de libros
El vencedor de la viruela: JENNER
Juan José Fernández Teijeiro
Nívola libros y ediciones S.L.; 2012
El tener la oportunidad de leer y comentar un libro escrito por un distinguido pediatra, como el Dr. Juan José Fernández Teijeiro, es motivo de indudable satisfacción. Si además se va a tratar de la más completa y amena biografía del descubridor de la primera vacuna, de la más importante medida de Medicina Preventiva, el interés suscitado no hace más que aumentar.
Nuestro autor enriquece su relato con la experiencia adquirida in situ viajando al escenario geográfico donde transcurre gran parte de la vida de Edward Jenner (1749-1823), la pequeña ciudad de Berkeley, condado de Gloucester, en el sur de Inglaterra. Inolvidables fotografías, hechas por su esposa y colaboradora, dan feliz testimonio gráfico de su aventura.
Los que solamente recordábamos la brillante intuición de Jenner al comprobar, a finales del siglo XVIII (1796), cómo las ordeñadoras de las vacas, afectadas por la cow-pox (viruela vacuna), padecían una enfermedad pustulosa en sus manos, de evolución benigna, pero que las dejaban protegidas contra la terrible small-pox (viruela humana), iniciando una serie de inoculaciones que conducirían al descubrimiento de la primera vacuna –la antivariólica–, quedamos gratamente sorprendidos al poder seguir, paso a paso, todo el devenir, tanto familiar como científico, de nuestro protagonista, Edward Jenner.
Resulta realmente admirable el comprobar la rudimentaria, aunque completa, formación, durante la segunda mitad del siglo XVIII, del posteriormente tan preclaro y brillante científico. Desde los 12 años, admitido como aprendiz con el médico de la familia, para posteriormente, con 21 años, trasladarse a Londres, donde con el célebre Dr. John Hunter obtiene un “certificado de estudios médicos”. A los 24 años, y ya de vuelta en Berkeley, inicia su ejercicio profesional como “cirujano rural”, una especie de médico de segunda categoría.
El afán biológico investigador de Edward Jenner se pone de manifiesto desde sus años juveniles: resultan curiosísimos sus estudios sobre la hibernación de los erizos, el lanzamiento de un globo de hidrógeno según la experiencia de los hermanos Montgolfier, así como la purificación del tártaro emético, entre otras tan variadas actividades. En 1789, a los 40 años de edad, es elegido Fellow de la Royal Society por sus investigaciones sobre el cuco. Tres años después recibe ya un diploma en Medicina de la Universidad St. Andrews de Escocia. Su prestigio se consolida y su éxito en el ejercicio clínico como Médico General es manifiesto.
Y así, página tras página, el Dr. Fernández Teijeiro, autor de esta inmejorable biografía, nos lleva hasta el año 1796. El Dr. Jenner tiene 47 espléndidos años. Decide entonces proceder a la inoculación del niño de 8 años James Phipps, hijo de la ordeñadora Sarah Nelmes, con exudado de una de las pústulas de la mano afectada por la cow-pox (viruela vacuna), para poco después proceder a la inoculación de dicho niño –como pediatra es emocionante el comprobar el papel desempeñado por James– con exudado de vesícula de small-pox (viruela humana). No hay afectación alguna. La inmunidad frente a la viruela queda desmostrada. Ha nacido el primer producto inmunobiológico protector de la salud frente a la viruela.
El otro gran protagonista de este hecho histórico fue la vaca Blossom (Flor) contagiante de la ordeñadora. “Vaca = cow”, en latín “vacca”, por ello, años más tarde, en homenaje a Jenner, todos los nuevos productos inmunobiológicos descubiertos recibirían el nombre de “vaccines = vacunas”.
Tras muchas dificultades, se consigue poner en marcha la aplicación universal de la vacunación antivariólica por todo el mundo conocido. La colaboración de la Corona Española, a través del Rey Carlos IV y su Expedición Filantrópica a todo el Imperio podría ser objeto de otro libro. El objetivo: la erradicación de la viruela, conseguida el 8 de mayo de 1980. El mayor éxito, según la OMS de la Medicina Preventiva mundial.
Interés creciente, curiosidad mantenida y entusiasmo lector permanente, son los sentimientos generados por la recomendable lectura de este libro fruto del esfuerzo investigador de un inquieto y brillante escritor y pediatra, el Dr. Juan José Fernández Teijeiro.