Skip to main content
PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº4 – MAYO 2015

Imagen en Pediatría Clínica. Haz tu diagnóstico
Un parásito infrecuente

El Rincón del Residente


Coordinadores:

F. Campillo i López, E. Pérez Costa, D. Rodríguez Álvarez, E. Ballesteros Moya

Residentes de Pediatría del Hospital Universitario La Paz. Madrid

Autores:

C. Rojo Villaescusa*, M.T. Morales San José**

*Residente de segundo año de Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Gregorio Marañón (Madrid);
Centro de Salud Arroyo de la Media Legua (Madrid). **Centro de Salud La Paz (Rivas Vaciamadrid, Madrid).

El Rincón del Residente es una apuesta arriesgada de Pediatría Integral. No hemos querido hacer una sección por residentes para residentes. Yendo más allá, hemos querido hacer una sección por residentes para todo aquel que pueda estar interesado. Tiene la intención de ser un espacio para publicaciones hechas por residentes sobre casos clínicos e imágenes entre otras.
¡Envíanos tu caso! Normas de publicación
aquí
 


Pediatr Integral 2015; XIX(4): 290.e1-290.e6


Imagen en Pediatría Clínica. Haz tu diagnóstico
Un parásito infrecuente

Caso clínico

Niña de 2 años y 10 meses, natural de Senegal, sin otros antecedentes personales de interés. Hace 9 días presentó cuadro consistente en: hiporexia, meteorismo y tres vómitos aislados.

Acude de nuevo hoy a nuestra consulta por dolor abdominal difuso, prurito anal y expulsión de parásito por región anal, que es traído por sus padres en un recipiente de plástico (Fig. 1).

El resto de la familia se ha encontrado asintomática en todo momento.

A la exploración: dolor abdominal leve, difuso, de manera más acentuada en mesogastrio. Inspección anal y resto de exploración por aparatos: normal.

Figura 1.

¿Cuál es el parásito más probable para esta infestación intestinal?

a. Trichuris trichiuria.

b. Taenia solium.

c. Ascaris lumbricoides.

d. Ancylostoma duodenale.

e. Strongyloides stercolaris.

c. Ascaris lumbricoides

Comentario

En la imagen, se observa una hembra adulta, alargada, cilíndrica, de color cremoso, de aproximadamente 30 cm de longitud y 5 mm de diámetro. En este caso, se trata de una parasitosis intestinal por Ascaris lumbricoides, es decir, una ascaridiasis.

La mayoría de las ascaridiasis son asintomáticas. Cuando existe clínica suele ser digestiva, pero de características totalmente inespecíficas.

En la práctica clínica, el diagnóstico se establece mediante la visualización directa de gusanos adultos en las heces (como en nuestro caso), de los huevos en muestras fecales o de las larvas en esputo o jugos gástricos.

El diagnóstico diferencial debe hacerse con el resto de parásitos helmintos, principalmente con los gusanos cilíndricos o nemátodos (Enterobius vermicularis, Trichuris trichiuria, Ancylostoma duodenale, Necator americanus y Strongyloides stercolaris).

El parásito efectúa una migración que podría finalizar con la expulsión del gusano al exterior a través del ano, la boca o la nariz. Durante la migración, junto con la oclusión de los conductos, el áscaris puede transportar consigo bacterias intestinales capaces de producir abscesos de los órganos obstruidos. Otras complicaciones pueden ser: respiratorias (desde sintomatología inespecífica, hasta síndrome de Löeffler), pseudo-obstrucciones intestinales (ascariosis masiva) y obstrucción de las vías biliares o pancreáticas.

Esta patología se asocia a deficiente saneamiento básico y la consecuente contaminación fecal del suelo, pero también a la cultura higiénica de las personas. Presenta distribución mundial, especialmente en zonas tropicales y subtropicales; es prevalente y endémico en áreas desprovistas o con infraestructura sanitaria deficiente.

Aunque la infestación se puede presentar a cualquier edad, la tasa más alta sucede en niños en edad preescolar o escolar temprana.

El diagnóstico de este tipo de microorganismos supone un reto para el pediatra de Atención Primaria, que se enfrenta a una patología casi excepcional en nuestro medio hasta hace relativamente poco tiempo.

En nuestro caso, se realizó el examen microscópico de la muestra, que en 5 días confirmó nuestro diagnóstico de sospecha, obteniéndose como resultado: Ascaris lumbricoides (hembra).

El tratamiento debe incluir medidas de soporte (sintomáticas) y fármacos anti-helmínticos, siendo de elección el Mebendazol (dosis de 100 mg dos veces al día durante tres días o dosis única de 500 mg vía oral) o Albendazol (una sola dosis de 400 mg). El Pamoato de Pirantel se encuentra en una segunda línea de tratamiento.

En el caso de nuestra paciente, se prescribió Mebendazol de manera empírica y se explicaron detalladamente las medidas profilácticas para evitar la reinfección.

Palabras clave

Ascaris lumbricoides; Parasitosis intestinales; Enfermedades transmisibles.

Bibliografía

Robertson LJ, Hanevik K, Escobedo AA, Mørch K, Langeland N.Giardiasis – why do the symptoms sometimes never stop? Trends Parasitol. 2010; 26: 75-82.

Chacín-Bonilla L. The intestinal parasitic diseases as a global health problem. Invest Clin. 2013; 54(1): 1-4.

Basualdo JA, Córdoba MA, De Luca MM, Ciarmela ML, Pezzani BC, Grenovero MS, Minvielle MC. Intestinal parasitoses and environmental factors in a rural population of Argentina, 2002-2003. Rev Inst Med Trop Sao Paulo. 2007; 49: 251-5.

Morales GJL, Arpón GF, Bravo CC. Obstrucción intestinal por Ascaris lumbricoides. Rev Chil Cir. 2009; 61: 13-4.

Gamboa MI, Kozubsky LE, Costas ME, et al. Associations between geohelminths and socioenvironmental conditions among different human populations in Argentina. Rev Panam Salud Publica. 2009; 26: 1-8.

Magill AJ, Ryan ET, Maguire JH, Strickland GT, Solomon T, Hill DR. Hunter’s tropical medicine and emerging infectious diseases. Londres, Nueva York, Oxford, St. Louis, Sídney, Toronto, Saunders, 2012.

Copyright © 2024 Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria