Skip to main content
PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº4 – JUNIO 2020

Blasco de Grañén y el dominio de la policromía

J. Fleta Zaragozano
Representación del niño

en la pintura española


J. Fleta Zaragozano

Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Zaragoza

Pediatr Integral 2020; XXIV (4): 235.e1 – 235.e6


Blasco de Grañén y el dominio de la policromía

Grañén es uno de los pintores de más acusada personalidad en el panorama pictórico bajomedieval aragonés. Fue pintor del rey Juan II de Aragón, del arzobispo don Dalmau de Mur y de la priora de Sijena doña Beatriz Cornel. También conocido como “Maestro de Lanaja”, se le considera el más completo representante de la pintura gótica aragonesa del segundo cuarto del siglo XV. Autor de retablos, urnas funerarias y decoraciones varias.

Vida y obra

Blasco de Grañén nació en Zaragoza hacia 1400 y murió en 1459 en la misma ciudad. Hijo de Domingo de Grañén, se casó con Pascuala de Agraz. Tras la muerte de Pascuala se casó con Gracia de Tena. Con la primera esposa tuvo una hija, de nombre Marquesa. Pascuala Agraz dejó en herencia importantes bienes; su familia tenía cierta categoría social, ya que fue enterrada en el convento de San Francisco de Zaragoza, donde estaban enterrados los hermanos del rey Pedro IV, tempranamente fallecidos, junto a otros miembros de la familia real.

El primer documento en el que aparece Blasco de Grañén es de 1422, y se trata del documento en el que se reparte la herencia de su padre Domingo, con lo que aparecen los primeros datos sobre su familia: tiene dos hermanas, María y Lucía y un tío materno llamado Guillén de Mediana. Los apellidos que toman su denominación de una población, suelen corresponder a familias que abandonaron su lugar de origen, en el que nacieron o vivieron, en busca de otro lugar al que trasladaban su residencia. La familia Grañén aparece afincada en Zaragoza a finales del siglo XIV.

Su dibujo, muy expresivo y la policromía rica y cuidada, con abundante oro en nimbos, fondos y ropajes, son, sin duda, las características de su estilo. Posee una acusada individualidad en la interpretación de la iconografía religiosa, destacando su aportación al tema de la Virgen María como reina de los cielos, derivado de los trecentistas toscanos que alcanzaron en la primera mitad del siglo XV gran popularidad en los estados de la Corona de Aragón. Este fue el tema central de varios de los retablos que realizó.

Fue fiel seguidor de Juan de Leví, pero introduce características propias y cuenta con gran influencia de la Corte Borgoñona, que se produce por el continuo contacto y trasiego de artistas y por el auge de la burguesía municipal. En sus últimas obras se manifiesta seguidor del naturalismo flamenco, que será el último periodo de la pintura gótica y que dará paso a la pintura renacentista. Con notables referencias al mundo de la miniatura y del tapiz contemporáneo, realizó 23 retablos documentados, más otras obras no conservadas, como la pintura de escudos y gualdrapas y diversos elementos ornamentales para la Casa de la Diputación del Reino.

En 1435, realizó el retablo para la cofradía de Santa María de la Iluminación de Zaragoza. Dos años después, ejecutó un retablo para el altar de Santiago en la iglesia de Santa María de Épila (Zaragoza). Tuvo como ayudante, entre otros, a Pedro García de Benavarre, con quien realizó, posteriormente, unos retablos para el monasterio de San Pedro de Siresa (Huesca).

En tiempos de la priora Beatriz Cornel (1427-1451), se encargaron los retablos de las iglesias de Lanaja y Ontiñena, que pertenecían al Monasterio de Santa María de Sijena (Huesca) desde principios del siglo XII. En el incendio provocado en Lanaja durante la Guerra Civil, en 1936, arde todo lo que había de madera en este templo, y del retablo de Blasco de Grañén solo se salvaron dos tablas: La Anunciación a Santa Ana y La Epifanía, trasladadas al Museo de Zaragoza después de la Guerra Civil.

El retablo de Ontiñena también fue destruido en 1936. La tabla central era de temática y características muy similares a la de Lanaja: María Reina de los Cielos. Este modelo también se repite, incluyendo algunas variantes, en las tablas centrales que se conservan en el Museo Lázaro Galdiano (Virgen de Mosén Esperandeu de Santa Fe )y en el Museo de Zaragoza (Virgen del arzobispo Dalmau de Mur). Para la iglesia de San Salvador de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) contrató en 1440 el retablo mayor que a su muerte dejó sin terminar, siendo concluido por su sobrino Martín de Soria. Conservado in situ, no es fácil determinar la parte que corresponde a cada uno.

En el momento de su muerte, su viuda, doña Gracia de Tena, junto con don Pedro Oriz, clérigo y rector de la iglesia de Santa Cruz de Zaragoza, parroquia a la que pertenecía el matrimonio Grañén por razones de vecindad, como ejecutores de las últimas voluntades del artista, se hicieron responsables de dar terminación a lo que el pintor había dejado sin concluir. Blasco de Grañén formó a una media docena de nuevos pintores procedentes de distintas localidades aragonesas y de otros lugares de la península. Algunos, a su muerte, se pusieron al frente de importantes talleres.

Los niños representados en su obra

Los niños representados son, sobre todo, ángeles alados, el niño Dios de diversas edades y adolescentes como acompañantes de comitivas, de presentaciones y como sirvientes. Destacamos las siguientes obras.

Para la localidad de Lanaja (Huesca) pintó un retablo del que actualmente solo se conservan algunas de sus tablas, una de ellas representa La Epifanía. En la obra aparecen los tres Reyes Magos, la Virgen, San José y el niño Jesús. Los tres reyes, Melchor, Gaspar y Baltasar, todos ellos de tez blanca, ofrecen al niño sus regalos: oro, incienso y mirra. La Virgen está sentada y sobre su regazo está su hijo recién nacido. San José aparece en un segundo plano, a la derecha del cuadro y está parcialmente tapado por una empalizada. Como dato anecdótico, debemos citar la desconfianza con la que San José observa la escena desde detrás de la empalizada, situación descrita en los evangelios apócrifos. El pintor no ha querido que su figura destaque tanto como las otras.

El niño representa una edad de un año aproximadamente, si nos atenemos a su aspecto físico. Lleva pelo entrecortado rodeado por una corona. Está bendiciendo al rey Melchor que está arrodillado y cogiendo con su mano izquierda el pie del niño Jesús, que está cubierto con un vestido de color rojo intenso. Los detalles anatómicos no están bien conseguidos, como puede apreciarse en los dedos y en la cara de los personajes.

La indumentaria de los Magos sigue la moda franco borgoñona que triunfaba en Europa occidental entre las clases nobles en el segundo cuarto del siglo XV. Los ricos sombreros y los paños coloristas contrastan con el escenario y la sencillez de la Sagrada Familia. En un plano del fondo, no faltan la mula y el buey. Destaca la gran riqueza de detalles con que está narrada la escena, casi de miniatura, así como el uso de un colorido de gran viveza, a base de gamas cálidas preferentemente. No obstante, se advierte algunas imperfecciones en la representación de la perspectiva, como en el caso del suelo de la estancia.

La Epifanía, celebrada el día 6 de enero, como acontecimiento o manifestación religiosa, ha sido representada multitud de veces en el arte, habitualmente bajo la denominación Adoración de los Magos. Cuadros de Epifanía o de Adoración de los Magos, tienen el Greco, Murillo y otros muchos pintores. La obra se encuentra en el Museo de Zaragoza (Fig. 1).

Figura 1. La Epifanía.

El retablo Circuncisión contiene siete personajes adultos y el Niño. El tema central lo ocupan una dama que sostiene al Niño, el sacerdote y su ayudante. El Niño es sostenido en lo alto, está desnudo y representa una edad de solo unos meses. El sumo sacerdote procede a practicar, con un instrumento cortante, la sección de parte del prepucio del pene. El niño es de pequeño tamaño y no permite apreciar los detalles anatómicos del mismo. A la izquierda del retablo, aparecen la Virgen coronada y San José con su típica corona. El fondo del retablo lo ocupa una casa de estilo renacentista. Los colores son muy variados pero no tienen la brillantez de otras obras del maestro Grañén.

La circuncisión, además de una práctica de higiene común a muchas civilizaciones, constituye el acto iniciático de la religión judía, tan importante en ella, que el Talmud sostiene que lo es, por sí sola, tanto como todos los demás mandamientos juntos. Mediante esta práctica, la persona se integra a la comunidad judía y, lo que es muy importante, recibe el nombre, de modo similar a como ocurre entre los cristianos con el bautismo. La circuncisión de Jesús es la denominación de un episodio evangélico practicado a los ocho días de nacer (Lucas 2, 21), y un tema iconográfico relativamente frecuente en el arte cristiano. La pintaron Durero, Tintoretto y Rubens, entre otros muchos (Fig. 2).

Figura 2. Circuncisión.

En Huida a Egipto aparecen, en primer término, la Sagrada Familia en camino hacia ese país. La Virgen va montada en una mula y en sus brazos va el niño Jesús. José camina delante marcando el camino, con la cuerda de la mula, un ato y la cantimplora. En este plano aparece también un pollino. El Niño representa uno o dos años de edad, dadas sus características anatómicas y está con los brazos flexionados. Los dedos de las manos de la Virgen están pintados de un gran tamaño. Al fondo aparecen diversos personajes a caballo y a pie y, finalmente, en el plano más posterior, aparece una ciudad amurallada, un río que la circunda e incluso varios barcos. Estudio de la perspectiva adecuado y colores amarillo, verdes, negros y marrones en diversas tonalidades. La Virgen y el Niño llevan corona circular y San José corona con puntas o estrellada, al igual que en otras obras de este pintor.

La huida a Egipto es un episodio evangélico cuya variada iconografía ha sido representada en el arte desde la antigüedad. Se pueden diferenciar tres motivos principales: la huida propiamente dicha, el descanso en la huida a Egipto y el retorno. El relato del Nuevo Testamento, muy breve y propio del Evangelio de Mateo, narra cómo un ángel se aparece en sueños a José y le ordena que huya a Egipto junto con la Virgen María y el niño Jesús, pues el rey Herodes lo estaba buscando para matarle (la matanza de los inocentes). José obedece; al cabo de un tiempo indeterminado, muerto ya Herodes, se le ordena volver de un modo similar. El tema de la huida a Egipto lo han representado Pedro Pablo Rubens, Caravaggio, El Greco y Murillo, entre otros artistas. Es un temple sobre tabla del retablo mayor de la iglesia de San Salvador de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) (Fig. 3).

Figura 3. Huida a Egipto.

Virgen entronizada con el Niño acompañada por ángeles músicos. Esta obra fue la tabla central de un retablo y corresponde al llamado estilo gótico internacional. El Niño Jesús lleva un pajarito en una mano y está sentado en las rodillas de la Virgen. Una serie de ángeles músicos alados y coronados miran y rodean escalonadamente el trono, sobre el que está sentada María, y hacen sonar instrumentos en su honor: cistro, flauta, arpa gótica y laúd. Otros dos ángeles llevan filacterias con textos del “Gloria” que aparece en el Evangelio de San Lucas y del Salmo 50. El refinamiento, la elegancia y el lujo del gótico internacional se reflejan en la riqueza ornamental, realizada con estucos en relieve y dorados, de la corona de la Virgen, de los nimbos de los ángeles, de la orla y broche del manto de María, así como en el esgrafiado del fondo. Colores vivos y brillantes con predominio del rosa. Características anatómicas proporcionadas en todas las figuras.

La primera definición de entronizar en el diccionario de la Real Academia de la Lengua española es “colocar en el trono”. Otro significado de entronizar es también “colocar una imagen o una representación iconográfica en un lugar preferente para que sea venerada o admirada”. Es una pintura al temple, data de alrededor de 1436 y pertenece al Museo Ibercaja Camón Aznar de Zaragoza (Fig. 4).

Figura 4. Virgen entronizada con el Niño acompañada por ángeles músicos.

La obra Virgen de Mosén Esperandeu de Santa Fe, es el panel central de un retablo que estuvo dedicado a la Virgen María y en el que la madre de Dios aparecía entronizada y con el niño Jesús sentado en su rodilla izquierda. El pequeño lleva en una de sus manos el estandarte de la Cruz de San Jorge. A la derecha de la Virgen aparece arrodillado, y en actitud orante, el caballero Mosén Sperandeu de Santa Fe, que está vestido a la moda propia de su época y da nombre a la tabla. Rodeando la escena central aparecen cinco ángeles niños alados y tocando varios instrumentos musicales. Los dedos de la Virgen, así como las manos y los pies del Niño no están precisamente bien logrados.

En la cartela inferior se lee: “Esti retaulo fizo fazer el muyt honorable Moss[én] Sperandeu de Sancta Fe cauallero a honor e reuerencia de la gloriosa Virgen María, el qual fue fecho en el anyo de mil cuatroçientos trenta et nueve”. La tabla procede del retablo de la iglesia del convento de San Francisco de Tarazona (Zaragoza). Data de 1440, es temple sobre tabla de 165 por 107 cm y pertenece al Museo Lázaro Galdiano (Fig. 5).

Figura 5. Virgen de Mosén Esperandeu de Santa Fe.

En la composición Santa Catalina de Siena ante el papa Gregorio XI, aparece una de las escasas figuras infantiles o adolescentes de Blasco de Grañén. Se trata de un joven paje de unos doce o trece años que se sitúa a la derecha de la obra. Está de pie y mira con atención a la escena central. Lleva un palo en una mano, con la otra saluda a la Santa; además lleva una espada al cinto y va tocado de un sombrero y capa. Llama la atención que lleva zapatos de tacón, largos y de punta fina, a la usanza de la nobleza de la época. El resto de personajes, llevan vestidos y tocados renacentistas, la Santa lleva corona y el papa está sobre un trono.

El segundo plano es ocupado por una muralla almenada, típica de las plazas del Renacimiento. En la parte superior aparece la mano de Dios que bendice la intervención de la Santa. Colores fríos, con predominio del negro, rojo, marrón y grises. Características anatómicas logradas en todos los personajes.

Impresiona y anima la audacia de Santa Catalina, quien a través de varias cartas y gestiones contribuyó a la estabilidad del papado que se debatía entre el poder mal empleado y la reconciliación, logrando que en el año de 1377 el Papa Gregorio XI dejara Avignon para volver a Roma, a la ciudad en la que Pedro había sido martirizado. Siena fue la ciudad de una de las mujeres más importantes en la historia de la Iglesia: un acto de reconocimiento a aquella joven que devolvió al papado la sede y el prestigio perdidos tras los controvertidos años de Aviñón. Pertenece a la Barnes Foundation (Filadelfia, EE.UU.) (Fig. 6).

Figura 6. Santa Catalina de Siena ante el papa Gregorio XI.

El retablo Detalle de la tabla central del Retablo de Oto, reproduce un tipo de belleza femenina muy característico de este periodo, con rasgos centroeuropeos: una mujer de cabeza pequeña, ancha frente, ojos azules, cabello largo y rubio, y tez clara. Va vestida de terciopelo y armiño, y tocada con una gran corona de oro, como corresponde a una reina. La Virgen es la protagonista indiscutible de la devoción popular en el mundo gótico.

El Niño está sentado sobre la rodilla izquierda de la Virgen y la mira. La escena es semejante a otra: la que aparece en la obra Virgen de Mosén Esperandeu de Santa Fe. En este caso, Jesús lleva otro peinado, otra corona y otro estandarte de la Cruz de San Jorge. La cara del pequeño no es nada agraciada. Con su mano izquierda, bendice a su madre y puede advertirse el gran tamaño de la misma, para su edad.

En esta época no solo viajan los artistas, sino también las obras de pequeño tamaño y poco peso, como los cuadros de devoción o los libros miniados. Así, el arte se consume muy lejos de donde se produce y las influencias mutuas y constantes hacen que el estilo se internacionalice. Este nuevo estilo gótico internacional escoge como fuentes de inspiración lo mejor de la pintura italiana del Trecento. Se aprecia en los abundantes fondos dorados, la elegancia cromática de rosas, malvas y verdes. Es un temple graso sobre tabla y pertenece al Museo Diocesano de Barbastro-Monzón (Fig. 7).

Figura 7. Detalle de la tabla central del Retablo de Oto.

De estilo gótico internacional, María Reina de los cielos, representa a la Virgen con el Niño en el trono rodeada de ángeles músicos tañendo vihuela de mano, vihuela de arco, rabel, dulzainas o chirimías, arpa y órgano. Este tema lo representa el pintor en varias ocasiones, con ligeras variantes. El Niño Jesús sostiene un orbe rematado por un estandarte con la Cruz de San Jorge. Está sentado en sus rodillas en actitud de bendecir con un globo en la mano izquierda que se corona con la bandera de San Jorge, asociada al blasón del rey de Aragón desde el siglo XIV.

El carácter narrativo de Blasco de Grañén se pone de manifiesto en detalles como el amuleto de coral en rama que lleva al cuello, usado en la medicina popular contra la epilepsia y el mal de encías y dientes. El escudo heráldico que aparece en el centro de la parte inferior es de Dalmau de Mur y Cervelló, arzobispo de Zaragoza y donante de la obra. La abundancia de oro en ropas, nimbos y fondos, y especialmente en la corona de la Virgen, dotan a la obra de una gran riqueza. Data de 1445 y es parte del retablo mayor de la iglesia de Santa María la Mayor de Albalate del Arzobispo (Teruel). Temple sobre tabla de 233 por 143 cm. Pertenece al Museo de Zaragoza (Fig. 8).

Figura 8. María Reina de los cielos.

En la tabla Bodas de Caná, se aprecia la existencia de niños o adolescentes, entre diversos personajes adultos. Se trata de una boda en la que se ven los dos contrayentes en el centro y el fondo de la obra. A ambos lados de los novios, pueden verse dos parejas charlando entre ellas, que pueden corresponder a los padres de uno de los novios o amigos. A la derecha del cuadro, aparecen cuatro figuras con coronas, que pueden ser San Joaquín, Santa Ana, la Virgen María y San José, además de algún discípulo de Jesús. Todos ellos ocupan las dos mesas de la estancia, que contienen abundantes viandas.

En el primer plano, el autor ha representado varias tinajas llenas de vino y, junto a ellas, tres niños o adolescentes que manejan el contenido de las mismas. Los niños van ataviados ricamente como corresponde al día festivo que celebran. Dos de ellos llevan gorro y están absortos en su trabajo. Estancia con suelo embaldosado que no dibuja una perspectiva adecuada. Colores fríos con predominio de azules, verdes y blancos.

Las bodas de Caná es el título con el que se suele identificar un relato que tiene lugar al final de la primera semana del ministerio de Jesucristo en el Evangelio de Juan (2:1-11). Este pasaje describe el primer signo realizado por Jesús, el cual tuvo por marco una boda en Caná de Galilea a la que también asistían su madre y sus discípulos. En un momento dado faltó vino, por lo que María dijo a los sirvientes que hicieran lo que Jesús dijera. Éste dispuso que se llenaran de agua seis tinajas de piedra destinadas a purificaciones, pero al revisar el contenido, el agua se había transformado en un vino de gran calidad. Este hecho o milagro está cargado de gran simbolismo según diversos autores. Fechado en 1454. La obra fue terminada por Martín de Soria. Temple sobre tabla del retablo mayor de la iglesia de San Salvador de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) (Fig. 9).

Figura 9. Bodas de Caná.

Bibliografía

– Morte C, Castillo M. El esplendor del Renacimiento en Aragón. Gobierno de Aragón; Museo de Bellas Artes de Bilbao; Generalitat Valenciana. Catálogo de la Exposición. Zaragoza, 2009.

– Lacarra MC. Blasco de Grañén, pintor de retablos (1422-1459). Institución Fernando el Católico. Zaragoza, 2004.

– Cabezudo J. Nuevos documentos sobre pintores aragoneses del siglo XV. Institución Fernando el Católico. Zaragoza, 1961.

– Blasco de Grañén. Wikipedia. (Consultado el 10 de febrero de 2020). Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Blasco_de_Gra%C3%B1%C3%A9n.

– Gran Enciclopedia Aragonesa. Grañén, Blasco de. (Consultado el 10 de febrero de 202)]. Disponible en: http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=6512.

Copyright © 2024 Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria