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PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº2 – MARZO 2020

COVID-19

F. García-Sala Viguer
Editorial


F. García-Sala Viguer

Presidente SEPEAP

 

«Esta pandemia del Covid-19 está afectando a todos los pilares de la sociedad y nos preocupa que tape pandemias como el deterioro que
estaba sufriendo la Atención Primaria»

 


COVID-19

Por desgracia, desde hace unas semanas estamos pasando unos tiempos de incertidumbre al estar viviendo una situación extraordinaria, desconocida y de gran magnitud, y en la que no tenemos experiencia previa y tenemos que ser conscientes de que va a haber un antes y un después que se verá reflejado en nuestra actividad cotidiana.

La SEPEAP está intentando mantener informados a todos nuestros socios mediante correos electrónicos, donde se informa de los últimos acontecimientos y se van actualizando las pautas a seguir en el control, diagnóstico y tratamiento de esta pandemia, gracias al esfuerzo conjunto de diversas sociedades científicas que participan en ello y quiero agradecer al Dr. Josep de la Flor por su implicación en la redacción y puesta al día de estos documentos en representación de la SEPEAP. Además, intentamos desde nuestra página web plasmar las noticias más relevantes, desmentir fake news que por desgracia afloran continuamente y dar una versión real de lo que está pasando, no cayendo en ningún tipo de favoritismo político, sino abordando el problema desde la estricta visión del profesional. Cuando pase todo esto, ya habrá tiempo de críticas o alabanzas, ahora toca remar todos en la misma dirección con un enemigo común que es el coronavirus. Y es por ello que mantenemos al día toda la bibliografía nacional y extranjera existente sobre esta pandemia, resaltando todos los artículos de mayor impacto, gracias a la labor del director de nuestra web el Dr. Javier López Ávila, que selecciona y desmenuza cada búsqueda para que a través de la web o de las comunicaciones por correo electrónico nos llegue ya sin polvo y paja, de la forma más veraz una vez contrastadas las fuentes de información.

La SEPEAP como sociedad científica defensora de la Pediatría de Atención Primaria está alineada con el resto de sociedades pediátricas en la lucha por el modelo sanitario actual que está siendo modificado por la pandemia del Covid-19, siendo los médicos de familia los más afectados al ser una infección que, como todos sabemos, afecta en mayor medida a la población adulta con especial mortalidad en los más mayores y en personas con patología previa. Somos pediatras de primaria, pero somos médicos y tenemos que estar dispuestos a tener que bregar con situaciones hasta ahora inimaginables, como de ciencia ficción y tendremos, por tanto, que asumir nuevos roles en nuestra práctica diaria, tal como les está pasando a los médicos de familia y en algunas comunidades también a los pediatras de AP que están siendo requeridos para cubrir y reforzar a los médicos de hospital que están siendo diezmados por este virus. El personal sanitario está teniendo que enfrentarse a la peor crisis epidémica del último siglo desde una posición de inferioridad: sin equipamiento ni protección adecuada, sin suficientes respiradores ni las plazas UCI que se requerirían para, al menos, demorar unos días más el colapso antes de que la curva de incidencia se aplane.

Se están produciendo muchos cambios en la Pediatría de Atención Primaria, los pacientes con la consigna que todos debemos de cumplir, el quédate en casa, están utilizando las llamadas telefónicas como herramienta de consulta y evitando, por tanto, la consulta presencial. Los centros de salud están prácticamente vacíos de niños, de una parte, porque los padres tienen miedo de acudir por si su hijo se infecta y, de otra, por la contención que se realiza por parte de los pediatras explicando telefónicamente las pautas a seguir, tranquilizando y orientando a las familias, evitando el colapso de los servicios de urgencias pediátricos.

El elevado porcentaje de trabajadores sanitarios contagiados de Covid-19 está haciendo que se cierren muchos consultorios auxiliares y que los centros de salud, en determinadas zonas, se vayan agrupando por áreas para poder disponer de más profesionales, sobre todo, médicos de familia y pediatras en los hospitales para suplir a los contagiados o reforzar a los servicios de urgencias, tanto de los hospitales existentes como los nuevos de campaña.

Hay que recordar la importante función de la AP en ser, a parte de la puerta de entrada del sistema, el primer baluarte de contención de la población demandante de, no solo de asistencia, sino además de cubrir el resto de actividades de prevención, asistenciales habituales, seguimiento y atención a enfermos crónicos ahora más vulnerables. Sin denostar la necesaria solidaridad, la disposición y posible reorganización transitoria de la AP para suplir de recursos humanos del resto de niveles, ahora colapsados.

Esta situación de puenteo de la Atención Primaria está creando mucho malestar entre los profesionales sanitarios que la conformamos, ya que creemos que el primer eslabón para evitar el colapso de áreas de urgencia hospitalaria es el centro de salud y por ello hemos informado a las comunidades que han ido implantando este modelo de nuestro malestar. La Atención Primaria estaba ya de por sí bastante denostada por determinadas instancias políticas como para ahora soportar la zozobra de esta pandemia. Hay que estar atentos al devenir de los acontecimientos y hacer piña junto a todas las sociedades que conforman el foro de Atención Primaria para evitar el desmantelamiento de la misma, sobre todo de la Pediatría de Atención Primaria.

Ahora que los hospitales están saturados y un elevado porcentaje de los trabajadores sanitarios están contagiados de Covid-19 al tener que enfrentarse a cientos de casos cada día sin los equipamientos de protección individual adecuados, comenzamos a intuir que, tener una buena sanidad en nuestro país no haya sido suficiente, ya que una sanidad sin recursos se puede desmoronar y los propios sanitarios son víctimas del sistema que no los protege. Debemos de estar unidos en esta batalla, pero es urgente proporcionar medidas de prevención a todo el personal sanitario, poder habilitar el diagnóstico precoz mediante test rápidos en las personas más vulnerables para iniciar tratamiento antes de que aparezcan complicaciones y poderlo hacer también a las personas que presenten síntomas, de esta forma disminuiremos la carga en los hospitales y la mortalidad de los más vulnerables.

El monotema actual es el Covid-19 y esto nos preocupa, ya que parece que en estas circunstancias no exista otro tipo de patologías en la infancia, pero, sigue habiendo sepsis, meningitis, cuadros de dificultada respiratoria no Covid-19, bronquiolitis, diarreas, otitis, apendicitis y otras patologías que podrían pasar desapercibidas, y con consecuencias nefastas en muchos casos, si no son atendidas en los centros de salud como centros de tratamiento o de cribado para traslado a un hospital. Cuidado con esto, pues muchos padres por no acudir a los centros de salud por las recomendaciones dadas, por la mayor distancia a los mismos al ser agrupados o por miedo a ser contagiados, pueden ocasionar que demoremos el diagnóstico de otras enfermedades diferentes al coronavirus y tener consecuencias no deseadas.

Tal vez, después de esta situación habría que plantearse, tanto los profesionales sanitarios como los padres, la excesiva utilización de los recursos sanitarios en primaria, con visitas innecesarias en muchos casos por patología banal, con exceso de citas para repetir recetas en corto espacio de tiempo. Esto va a ser un ejercicio interesante para poder debatir con las autoridades sanitarias en un futuro que espero que sea próximo.

 

 

 

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