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PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº8 – DICIEMBRE 2018

Presentación

 
Presentación


M.I. Hidalgo, R. Mínguez, y grupo de sueño de la SEPEAP

 

«El sueño es la única medicina efectiva"

Sófocles

 


El sueño es una necesidad fisiológica y su pérdida en calidad y duración conlleva graves repercusiones en la salud. Además, los trastornos del sueño suponen un gran coste sanitario directo e indirecto en términos de bajo rendimiento escolar, laboral, tratamientos, accidentes, sufrimiento personal, familiar, etc. Sin embargo, la sociedad en general no es consciente de la enorme importancia que tiene “el dormir bien” para la salud.

Pollock, en 1992, describió que los niños con problemas del sueño, en los seis primeros meses de vida, tenían una probabilidad tres veces mayor de continuar con problemas a los 5 años, y dos veces más posibilidades a los 10 años. Diversos estudios en los últimos años han demostrado que un sueño adecuado es una de las bases fundamentales para asegurar una vida saludable en la edad adulta.

Los trastornos y problemas del sueño son muy frecuentes en los niños y adolescentes, además sus manifestaciones clínicas son diferentes a las de los adultos, así como las consecuencias tanto a medio como a largo plazo. En diferentes estudios, muchos adultos confirman que sus problemas con el sueño se iniciaron en la infancia.

Los pediatras de Atención Primaria (AP) desean ayudar a sus pacientes con los problemas y trastornos del sueño, pero la mayoría de ellos se sienten inseguros debido a una inadecuada preparación clínica, a una falta de experiencia y a la falta de tiempo por la saturación de las consultas. Las actividades que el pediatra de AP debe realizar, tanto en las revisiones periódicas de salud como de forma oportunista, abarcan desde la detección precoz, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento. Como veremos en esta monografía, en general, no se necesitan herramientas muy complejas. Es fundamental que el pediatra fomente una buena higiene del sueño desde la época de recién nacido, que ayudará a prevenir problemas futuros, y también debe saber cuándo derivar al especialista en Medicina del Sueño.

Conscientes de ello, el grupo de sueño de la SEPEAP, a instancias de la Dirección de Pediatría Integral, ha elaborado este número monográfico en colaboración con varios miembros del grupo de la Sociedad Española del Sueño (SES), actualizando el número que previamente se realizó en 2009. La Medicina del sueño ha experimentado en los últimos años grandes avances científicos.

En este número monográfico, se van a exponer:

En primer lugar, la fisiología del sueño, la ontogenia y la evolución durante la etapa pediátrica, que van a permitir al profesional conocer la regulación del sueño en sus tres facetas: circadiana, homeostática y evolutiva. También, se trata la relación del sueño con la alimentación, para establecer los principios de la crononutrición, así como la importancia de la microbiota intestinal. Asimismo, se expone la diferencia entre problema y trastorno del sueño y se aporta una clasificación práctica de los trastornos del sueño dada por la Guía de Práctica Clínica en 2011.

A continuación, se comentan las herramientas diagnósticas, sencillas y de fácil uso, que van a ayudar al pediatra a orientar y diagnosticar los problemas. Entre ellas, la agenda de sueño tiene especial importancia. Estas herramientas están disponibles en la página web de la SEPEAP (www.sepeap.org). Es preciso tener en cuenta las nuevas tecnologías de la información y comunicación, que influyen en los hábitos del sueño, y la importancia de las medidas preventivas para la familia, con el fin de evitar problemas del sueño, tanto en el presente como en el futuro del niño.

En tercer lugar, se presenta la organización funcional del sistema circadiano humano, que está compuesto por: marcapasos central, osciladores periféricos, un reloj molecular en cada célula, la retina, la glándula pineal y las vías de entrada y salida de información. Se comentan el desarrollo del ritmo circadiano en el niño, las alteraciones del ritmo vigilia-sueño y el síndrome del retraso de fase, donde existe una dificultad para dormir en las horas aceptadas socialmente, que condicionan importantes problemas para estos pacientes.

Le sigue el tema del insomnio, síntoma que puede incluso gestarse intraútero y sobre el que influye el desequilibrio en los componentes que intervienen en la maduración del sueño: circadiano, homeostático, ambiental, educativo y neuroendocrino. Hay, además, factores predisponentes, precipitantes y perpetuantes. El tipo de insomnio más frecuente en la infancia es el conductual, que cursa con resistencia a irse a dormir y despertares nocturnos.

También, se abordan las parasomnias que, en general, suelen ser autolimitadas, benignas, de un episodio por noche y que remiten al final de la infancia o adolescencia. Determinados casos deben ser evaluados por un especialista, como por ejemplo: niños que actúan con violencia o se lesionan durante la parasomnia, si hay 4-5 episodios en la noche, si aparecen por primera vez en niños mayores o adolescentes, así como si hay problemas neurológicos o genéticos. Igualmente, se exponen los trastornos del movimiento, como el síndrome de piernas inquietas o el síndrome de movimientos periódicos de las piernas.

Continúan los trastornos respiratorios del sueño, patología infradiagnosticada y muy prevalente en la infancia, con efectos importantes tanto en la esfera neurocognitiva como a nivel multisistémico, y que es importante que los pediatras conozcan, ya que un diagnóstico y tratamiento precoces pueden condicionar la reversibilidad de la clínica en la mayoría de los casos.

Se aborda el déficit crónico del sueño, que es la principal causa de la somnolencia diurna excesiva, y cuyas manifestaciones clínicas dependen de la edad del paciente. Se exponen las diferentes causas del déficit crónico del sueño y cómo realizar el diagnostico, ya que la clínica puede dar lugar a confusión con cuadros psiquiátricos, cognitivos o neurológicos. En este capítulo, también se aborda la narcolepsia, trastorno neurológico crónico difícil de diagnosticar y tratar, con consecuencias muy negativas para la vida del paciente.

Por último, se expone el sueño en la patología pediátrica general y se plantea la asociación entre los fenómenos relacionados con el sueño y las enfermedades crónicas. Es conveniente que el pediatra lo conozca, ya que el tratamiento de esos problemas del sueño produce mejoría en la calidad de vida de estos pacientes. Concluye la monografía con un glosario de términos de la medicina del sueño, que van a ayudar al profesional a clarificar los conceptos y a relacionar las ideas, conocimientos y diferentes aspectos que van apareciendo en los capítulos.

Nuestro agradecimiento a todos los autores que han colaborado en la elaboración de esta monografía por su esfuerzo, dedicación y saber expresar su experiencia.

Se cumplen diez años de la fundación del grupo de sueño de la SEPEAP y, para conmemorarlo, se realiza esta monografía, cuyo objetivo principal es dotar al pediatra de herramientas y habilidades en la medicina del sueño que le permitan una adecuada atención a la población infantojuvenil. Esperamos poder conseguirlo.

 

 

 

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