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PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº6 – SEPTIEMBRE 2018

Imagen en Pediatría Clínica. Haz tu diagnóstico
Lesiones ampollosas tras excursión al campo

El Rincón del Residente


Coordinadores:

E. Pérez Costa*, D. Rodríguez Álvarez*, M. García Boyano*, I. Noriega Echevarría**
*Residentes de Pediatría del Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid. **Residente de Pediatría del Hospital Universitario Infantil Niño Jesús. Madrid

Autores:

M. Sánchez Holgado*, M.A. Molina Gutiérrez**
*Residente de Pediatría del Hospital Universitario La Paz. **Médico Adjunto del Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Universitario La Paz

El Rincón del Residente es una apuesta arriesgada de Pediatría Integral. No hemos querido hacer una sección por residentes para residentes. Yendo más allá, hemos querido hacer una sección por residentes para todo aquel que pueda estar interesado. Tiene la intención de ser un espacio para publicaciones hechas por residentes sobre casos clínicos e imágenes entre otras.
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Pediatr Integral 2018; XXII (6): 295.e1 – 295.e9


Imagen en Pediatría Clínica.
Haz tu diagnóstico

Lesiones ampollosas tras excursión al campo

Historia clínica

Niño de 7 años, sin antecedentes personales de interés, que acude al servicio de urgencias por la aparición de lesiones ampollosas y vesiculosas en hemicara derecha, indoloras y no pruriginosas de 10 horas de evolución, sin otra sintomatología acompañante. Refiere haber pasado el día en el campo, jugando con plantas y bañándose en un lago. No lesiones similares en familiares.

En la exploración física, se objetivan tres lesiones ampollosas en cuero cabelludo de contenido claro, sin halo eritematoso, dos de ellas lineales. Se acompañan de una vesícula de idénticas características en canto interno y párpado superior del ojo derecho y de una lesión eritematosa en frente con vesiculación incipiente (Figs. 1-3). No lesiones a otros niveles. Resto de exploración física por aparatos, normal.

Figura 1.

Figura 2.

Figura 3.

¿Cuál es el diagnóstico?

a. Impétigo ampolloso.

b. Culicosis bullosa.

c. Fitofotodermatitis.

d. Enfermedad ampollosa autoinmune.

e. Quemadura de segundo grado por salpicadura.

Respuesta correcta c) Fitofotodermatitis.
Ver explicación de respuestas.

 

 

 

 

Explicación de respuestas

a. Impétigo ampolloso. Caracterizado por la aparición de ampollas flácidas de contenido translúcido que se enturbian y rompen en 2-3 días, dejando costras parduzco-amarillentas; generalmente en el momento de la consulta, coexisten lesiones costrosas y remanentes de ampollas y, fundamentalmente, se encuentran en áreas periorificiales e intertriginosas, como el área del pañal o pliegues. La aparición aguda, su carácter monomorfo y la distribución lo excluyen.

b. Culicosis bullosa. Presenta ampollas subepidérmicas tensas localizadas más frecuentemente en región distal de miembros inferiores, que coexisten con lesiones de picaduras típicas. Ni la distribución de las lesiones ni sus características son propias de culicosis.

c. Correcta. Fitofotodermatitis.

d. Enfermedad ampollosa autoinmune. Las enfermedades ampollosas autoinmunes más frecuentes en la infancia son la dermatitis herpetiforme y la enfermedad ampollosa IgA lineal. La clínica de nuestro paciente no es propia de estas entidades. La dermatitis herpetiforme se caracteriza por lesiones papulosas y vesiculosas, muy pruriginosas, localizadas en áreas de extensión en pacientes con enteropatía sensible al gluten. La enfermedad ampollosa IgA lineal, por lesiones vesiculosas y ampollosas de aparición aguda, pruriginosas, de distribución policíclica o anular, generalmente en región perioral, perineal y extremidades, con frecuente afectación mucosa y que puede acompañarse de fiebre o malestar general.

e. Quemaduras de segundo grado. Son un accidente frecuente en edad pediátrica, aunque también pueden ser secundarias a una situación de maltrato. Se caracterizan por eritema, formación de ampollas y aspecto exudativo. Aunque pueden tener aspecto lineal como las de nuestro paciente, no se refería contacto con líquidos u otros agentes calientes, ni presentaba lesiones a otros niveles que pudieran sugerir un problema de maltrato.

Discusión

La fitofotodermatitis es una reacción cutánea inflamatoria, no inmunológica, producida por el contacto con plantas que contienen sustancias fototóxicas (furocumarinas) con exposición posterior a la luz solar.

Las furocumarinas son sustancias fotosensibilizantes presentes en determinadas plantas de la familia de las moráceas (higuera), rutáceas (bergamota, lima, naranjo, limonero), umbelíferas (eneldo, hinojo, chirivía) o rosáceas, entre otras(1). Estas sustancias, en contacto con la luz ultravioleta, dan lugar a una reacción cutánea aguda cuyo espectro clínico comprende: eritema, edema, vesículas y/o ampollas. La reacción está favorecida por la humedad de la piel (sudor o baño), que permite la penetración de la sustancia.

Las lesiones, en ocasiones, asocian dolor y quemazón, pero generalmente no son pruriginosas. Se localizan exclusivamente en zonas fotoexpuestas y su distribución es característicamente lineal o con configuraciones bizarras, reflejando la forma en la que se ha producido el contacto con la planta(2).

La evolución natural es hacia la desecación de las ampollas, dejando una hiperpigmentación residual que puede persistir durante semanas o meses.

El diagnóstico es clínico, basándose en las características de las lesiones y el antecedente de contacto con plantas obtenido mediante anamnesis dirigida.

El tratamiento consiste en la aplicación de corticoides tópicos y/o antimicrobianos tópicos hasta la resolución de las lesiones. Pueden emplearse fomentos fríos con sustancias astringentes, como sulfato de zinc si las lesiones son muy exudativas. Debido a la hiperpigmentación prolongada es importante una fotoprotección rigurosa.

Las claves para el diagnóstico fueron la ausencia de factor externo condicionante evidente, su carácter lineal artefacto y la exposición a plantas y sol(3). Se inició tratamiento tópico con un combinado de corticoide y antibiótico, con una evolución favorable en 10 días, permaneciendo pequeñas áreas hiperpigmentadas.

Palabras clave

Dermatitis fototóxica; Furocumarinas; Ficusina; Phototoxic dermatitis; Furocoumarins; Ficusin.

Bibliografía

1. Fernández Mateos M, García Canals A, Llussà Arboix M. Fitofotodermatitis. An Pediatr. 2000; 52: 72-3.

2. Blanco Sío S, Barcala del Caño F, Lorenzo Gómez T. Fitofotodermatitis. A propósito de un caso. Piel. 2014; 29: 56-7.

3. Fernández-Garcia M, Moreno Onorato C, Hitos Urbano J, Harris M. Lesiones ampollosas tras contacto con plantas. An Pediatr. 2016; 84: 179-80.

4. Jordá Cuevas E, Martín Hernandez J, editores. Dermatología para Pediatras. 1ª ed. Editorial Médica Panamericana; 2012.

 

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