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PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº5 – JUL-AGO 2018

Isabel Morelli: el lápiz y el pastel

J. Fleta Zaragozano
Representación del niño

en la pintura española


J. Fleta Zaragozano

Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Zaragoza

Pediatr Integral 2018; XXI I (5): 247.e1 – 247.e4


Isabel Morelli: el lápiz y el pastel

Morelli es autodidacta, le encanta el retrato y, en concreto, el retrato a lápiz. Es consciente de que es la técnica más básica, pero le maravilla que con ella se puedan llegar a realizar grandes obras de arte. Últimamente, ha empezado con la técnica del pastel y también le parece maravillosa. Le gusta especialmente el hiperrealismo y su meta es poder llegar un día a hacer retratos que no se diferencien de una fotografía. Como ella dice, ese es su sueño y el camino que tiene que recorrer en el intento, seguro que vale la pena.

Vida y obra

Isabel Morelli Rodrigo, nació en Zaragoza en 1966. Es Licenciada en Derecho, aunque por avatares de la vida, nunca ejerció la profesión; durante 23 años ha estado trabajando como delegada de visita médica en diferentes empresas farmacéuticas.

La entrada real en este mundo del Arte fue en el año 2009, cuando gracias a la Red, se sumerge por entero en la investigación de las diferentes técnicas utilizadas con el lápiz, encontrando tutoriales y artistas en los que se inspiraba. Al principio, era una forma de desconectarse los fines de semana de su trabajo, pero con el tiempo, dibujar se convirtió en su principal afición. Su forma de aprender en estos años ha sido, además de los tutoriales de la Red, diferentes workshops de alguno de sus artistas favoritos a los que ha podido asistir, como: Aurelio Rodríguez, Emanuele Dascanio y Dirk Dzimirsky, entre otros, cuya nota común es el estilo Hiperrealista. Ello e interminables horas de trabajo, le han ayudado a perfeccionar su técnica y con el tiempo a convertir esa afición en su gran pasión. Su herramienta preferida es el lápiz, aunque el pastel, en cuanto a obras a color, también le gusta y practica.

Le atrae especialmente el retrato, porque le parece una verdadera aventura, desde el momento que coge su lápiz, para intentar plasmar en el papel, el alma de la persona a la que dibuja. Es una gran satisfacción para ella, ver su obra terminada y comprobar que su objetivo se ha cumplido. Aunque, en general, le gusta cualquier estilo de Arte, le encanta el Realismo, ver cómo cada uno de los detalles son representados en la obra con la paciencia infinita y el poder de observación que se necesita para ello.

Dice la propia pintora: “Me llevé a la playa un cuaderno de dibujo en el que tenía un retrato de mi hija Paula a medio terminar, sin boca ni pelo. En aquel tiempo lo dejé por miedo a estropearlo, ya que no tenía ni idea de cómo hacer las partes que me faltaban. Allí, en la tranquilidad de unas vacaciones, terminé el dibujo y descubrí un nuevo placer que no había sentido tan fuerte hasta entonces. Era la sensación de disfrutar plenamente con lo que estaba haciendo. Desde ese momento, hice un retrato tras otro, y mi necesidad de saber más y más, se iba acrecentando, así como las ganas de ir perfeccionando mis dibujos”.

En el año 2013, comienza su trayectoria artística siendo seleccionada la obra presentada al XIV Certamen Nacional de Dibujo Felipe Orlando. En el año 2015, participó en la Exposición colectiva con Asociación APMI en el Hotel Boston de Zaragoza. Posteriormente, participa en la Exposición colectiva XII Ruta del Arte, del grupo APMI, en la Asociación Aragonesa de Artistas y en la Exposición individual en La Casa de la Cultura de Utebo (Zaragoza). En el año 2016, formó parte de la Exposición colectiva con APMI en la Galería de Arte “Galería Portal a l’Art” de Calpe (Alicante). En este mismo año, de modo solidario, expuso obras en la Exposición colectiva solidaria por los niños de Siria, en el Palacio Don Pedro I de Torrijos (Toledo).

En 2016, se le concede el Tercer Premio en el XV Certamen de Pintura Peña Solera Aragonesa. Desde el año 2014 al año 2017, ha asistido a numerosos workshops de Retrato, en sus diferentes modalidades en Zaragoza, Sevilla y Madrid. Participa en todas las Exposiciones colectivas que la Asociación Aragonesa de Artistas de Zaragoza (APMI) organiza, como miembro de la misma. Ha formado parte de la Exposición colectiva “Encuentros de Pintores y Escultores Realistas” en el Centro Cultural San Clemente en Toledo (2017). En octubre de 2017, en el Espacio de Arte del Colegio de Médicos de Zaragoza, realizó una exposición de dibujo y pintura y presentó más de 40 obras, retratos a grafito y pastel.

Para muchos autores y críticos, la maestría del dibujante figurativo se demuestra cuando representa las caras y las manos de las personas. Esta artista nos muestra su destreza al hacerlo en cada una de sus obras, tanto de niños como de adultos, incluso con los animales. Aparece cada detalle anatómico en su forma y proporción adecuada. Nuestra artista ya ha demostrado su valía sobradamente, a pesar de su corta trayectoria artística y profesional. Aporta, además, los suaves colores con sus diferentes gamas, que utiliza en muchas ocasiones, con ello da sentido de profundidad y matices que, a veces, no se logran solo con los lapiceros.

Sus retratos de niños

Este primer Retrato de Sara corresponde a una de las hijas de la retratista. Puede tener una edad aproximada de 3 años. Ha dibujado la cabeza y la parte superior del tórax, de frente. La niña mira a su madre directamente con un semblante risueño. Lleva un brazo en alto y coloca su mano izquierda tras la cabeza. Sus facciones están correctamente representadas y proporcionadas. Ojos grandes, nariz ligeramente achatada, boca entreabierta en la que se observa una hilera de dientes en cada mandíbula. No faltan los pendientes, perfectamente visible el de la oreja derecha. El pelo rubio contrasta con la gorra, en color oscuro, que, a decir verdad, le cae bastante holgada. Morelli domina sobremanera los pliegues corporales, como se visualiza en la obra: los de la muñeca izquierda, los del codo y los pliegues de las axilas de ambos brazos. La autora ha querido resaltar un ligero sombreado de la figura, como se observa a la izquierda de la imagen. Es un dibujo de 2013, a lápiz sobre papel, de 30 por 40 cm y pertenece al autor (Fig. 1).

Figura 1. Retrato de Sara.

El segundo Retrato de Sara, se realizó dos años después. Tiene su origen en una fotografía realizada a la niña. La pose es totalmente distinta: insinuante, con una ligera seriedad que infunde algo de desconfianza. Mantiene un rictus de cierto misterio. Se representa la cabeza y parte del tórax y está de lado, pero mirando al espectador. Los detalles anatómicos son armoniosos para una niña de su edad. El peinado difiere ligeramente del cuadro anterior: melena rubia y largo flequillo que le cubre gran parte de la frente. Es posible que esté posando en la playa, ya que le adivina un tirante y parte superior del traje de baño. La artista le ha dotado de un fondo negro, que contrasta con el color claro del retrato. Fue dibujado en 2013, con lápiz sobre papel, mide 70 por 50 cm y es propiedad del autor (Fig. 2).

Figura 2. Retrato de Sara.

El dibujo de Meseret, representa a una niña que nació en Etiopia y ha entrado a formar parte de la familia de la artista. El retrato de esta niña está realizado con una pose bien distinta. Se trata de otra obra que representa a una niña posiblemente adoptada. Puede tener entre dos y tres años de edad. Como se observa en la obra, predomina el color claro pero de un tinte más oscuro, necesario para representar correctamente la raza de la modelo. Está tumbada, mirando a la artista, con la cabeza semincorporada, un brazo extendido y el otro flexionado. Lleva en la cabeza la diadema de Daisy de Mickey Mouse, sobre una tela posiblemente de color intenso. Pelo rizado como corresponde a su etnia, una frente despejada, grandes ojos y nariz achatada. Se aprecia cierto grado de obesidad en la niña, que se advierte muy bien en la mano y en la muñeca derecha. Fondo blanco. Como en casi todas las obras de Morelli, se ha incorporado la firma de la autora. Data de 2013, se ha realizado con lápiz sobre papel y mide 30 por 40 cm. Pertenece a una colección particular (Fig. 3).

Figura 3. Meseret.

Nexo de unión es un dibujo basado en una fotografía de Sara, la segunda hija de Morelli, de pocas horas de vida. Para Morelli, además del amor y ternura, el nacimiento de un hijo se convierte, como refiere la artista, en un nexo de unión para toda la vida de dos personas, podrán seguir o no juntas, pero siempre quedarán unidas por este gran acontecimiento en sus vidas.

Se trata de un recién nacido que duerme plácidamente. Solo se le representa la cabeza, que está ladeada hacia la derecha. Las características de la cara y del pelo nos advierten que estamos ante un niño que acaba de nacer. Los detalles de las orejas, ojos, nariz, filtrum y boca nos advierten del dominio que la artista tiene sobre la anatomía humana, en una persona de tan poca edad. Al niño, lo sujetan dos manos: aparentemente la de su madre, que coge la mano del pequeño y la de su padre, que se posa encima de la ropa del recién nacido. Quizás los dedos del niño aparecen demasiado estilizados para la edad que este representa. Sin querer hacer comparaciones, nos recuerda los retratos yacentes de Don Luis, Príncipe de Asturias y de la Infanta María Cristina, de Federico Madrazo (1815-1894). Aunque estos recién nacidos ya habían fallecido, el pintor los retrató fielmente al estilo romántico. Se dibujó en 2014, con lápiz sobre papel, mide 21 por 30 cm y es propiedad del autor
(Fig. 4).

Figura 4. Nexo de unión.

En Deberes de verano representa a su hija Paula de siete u ocho años de edad. La figura es sustancialmente diferente a las anteriores. La niña está sentada en una silla, haciendo los deberes, concentrada y absorta. Escribe sobre un cuaderno que contiene texto y dibujos en color y ella va completando los espacios con un lapicero. Apoya el brazo izquierdo sobre el cuaderno. Lleva melena larga con cabello de color castaño. Junto a ella y sobre la mesa, hay una escuadra de color rojo. El vestido de la niña es de verano y está estampado con dibujos en colores cálidos varios. Proporciones anatómicas correctas. La luz se recibe de frente, estructura triangular, textura lisa y fondo gris en una cortina de amplios pliegues, que cubre toda la pared. Data de 2015, mide 40 por 30 cm, está realizado con pastel sobre papel y es propiedad del autor (Fig. 5).

Figura 5. Deberes de verano.

Nectarinaes un dibujo que representa a otra niña, hija de la artista, a los dos años de edad. La niña mira al espectador fijamente y adopta una actitud seria y temerosa. Aparece su cabeza, los hombros y varios dedos de cada mano. El pelo es rubio y no lleva melena. Ojos profundos y muy azules, con la raíz de la nariz achatada. Los pabellones auriculares están implantados algo más altos de lo normal y los dedos están muy bien perfilados. La niña coge con ambas manos una nectarina que ya tiene a medio comer. Colores muy acertados, sobre todo los cálidos, a expensas de rosados amarillos y rojos, que contrastan con el color azul de los ojos y con el fondo negro del cuadro. Obra de 2015, de 30 por 21 cm, realizada con pastel sobre papel y es propiedad del autor (Fig. 6).

Figura 6. Nectarina.

Azlinaestá inspirada en una fotografía original de Yaman Ibrahim. Se observa a una niña de unos cuatro años de edad que mira al artista directamente. Es un retrato realista en tres cuartos. La niña está en actitud serena y expectante. Sus facciones son delicadas y lleva una melena larga de pelo moreno. Se viste con un vestido de manga corta. Da la sensación de que pertenece a una clase menesterosa de algún país de oriente próximo o del norte de África. Emplea colores fríos, fundamentalmente: azules, marrones y negros. El fondo es de un llamativo azul. Data de 2015, mide 40 por 30 cm, realizada con pastel sobre papel y es propiedad del autor (Fig. 7).

Figura 7. Azlina.

El dibujo Un atisbo de esperanza es uno de los preferidos de la pintora. Aparece una niña de cinco años de edad mirando fijamente a la autora del retrato. La niña está sentada en una silla, con la barbilla apoyada en el respaldo de la misma. Los ojos destacan por su perfección, de tal manera que casi permiten ver las características de la pupila; también destacan las distintas partes de la cara. Aparecen distintas tonalidades, que se advierten muy bien en la cara de la pequeña. Fondos oscuros y matices especiales para las barras de madera que conforman la silla. Data de 2016, mide 30 por 40 cm y está realizado con lápiz y carbón. Es propiedad del autor (Fig. 8).

Figura 8. Un atisbo de esperanza.

Bibliografía

– Anónimo. Realismo en la pintura. Isabel Morelli. Acceso en noviembre de 2017. Disponible en: https://realismoenlapintura.com/2014/11/06/isabel-morelli-rodrigo/

Anónimo: Isabel Morelli expone “Miradas desde un papel”. Catálogo. Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza. 5 al 31 de octubre de 2017. Disponible en: http://www.comz.org/actualidad/noticias/isabel-morelli-expone-miradas-desde-un-papel-en-el-espacio-de-arte

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