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PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº5 – JUL-AGO 2017

Consumo de tabaco y alcohol en la población escolar de Galicia

Crítica de libros

 

Carlos Marina

Pediatra y Médico Puericultor del Estado

 


Crítica de libros

 

 

CONSUMO DE TABACO Y ALCOHOL EN LA POBLACIÓN ESCOLAR DE GALICIA

Mª del Carmen Míguez y Elisardo Becoña

Facultad de Psicología. Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología. Universidad de Santiago de Compostela

Este interesante trabajo de investigación, financiado por el proyecto XUGA2110b96 de la Xunta de Galicia, pone de manifiesto, de forma clara y concreta, los importantes problemas de salud pública generados por el consumo precoz de tabaco y alcohol en la población escolar de Galicia.

El estudio, muy rigurosamente realizado, tiene como objetivo final, evaluar en una amplia muestra de escolares gallegos la prevalencia del consumo de alcohol y tabaco, considerando si existe relación entre ambos consumos.

La encuesta realizada implicó a 17 centros educativos, con una muestra representativa de 1.447 escolares de enseñanza obligatoria, con una media de edad de 12,8 años. El 27,4% (n=397) indica haber fumado en alguna ocasión y el 7,3% (n=105) consume alcohol semanalmente. La edad media del primer cigarrillo y de la primera cerveza fue a los 10,7 años, el vino a los 9,7 años, y las bebidas de alta graduación a los 11,2 años. Se comprueba un alto porcentaje de consumidores de alcohol entre los fumadores, tanto a nivel general como en cada una de las bebidas evaluadas. En cuanto a la frecuencia del consumo de cigarrillos, se observa un porcentaje significativamente superior de consumidores de alcohol entre los que afirman fumar a diario, con respecto a los que lo hacen de forma esporádica.

Los resultados obtenidos en este detallado estudio resultan de interés a nivel preventivo –clave de la actuación del pediatra–, pues indican claramente que ambas problemáticas deben ser abordadas al mismo tiempo antes de los 10 años.

Palabras clave: Tabaco; Alcohol; Escolares.

 

“¡HAGAN JUEGO, MENORES!”

Frecuencia de juego en menores de edad y su relación con indicadores de adicción al juego

Mariano Chóliz, Juan Lamas

Facultad de Psicología, Universidad de Valencia. Consejo Asesor de Juego Responsable. Dirección General de Ordenación del Juego. Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR). 2017

Este interesante trabajo de investigación tiene como objetivo analizar la implicación de los menores de edad con el juego de azar, especialmente la relación entre algunos juegos con la presencia de indicadores de adicción al juego. Todo ello basado en las evidencias clínicas y neuropsicológicas de los efectos del juego de azar sobre los sistemas cerebrales de recompensa, así como la sintomatología asociada al juego patológico, lo que llevó a la Asociación Norteamericana de Psiquiatría a clasificar el trastorno del juego dentro de la categoría de trastornos adictivos.

El juego de azar actúa sobre los mismos circuitos cerebrales de recompensa que los que activan las drogas; y los síntomas clínicos del juego patológico son similares a los de las drogodependencias o el alcoholismo (American Psychiatric Association, 2013). Con independencia de esta realidad clínica y neurofisiológica, la verdadera magnitud de la adicción al juego durante la adolescencia, como grave cuestión de salud pública, viene agravada por las dimensiones económica y social que tiene el juego de azar en nuestra sociedad.

Para el trabajo que se considera, se utilizó el programa de prevención de adicción al juego Ludens, con 807 estudiantes de bachiller y ciclos formativos de colegios privados e institutos públicos de Valencia y provincia. Se evaluó la frecuencia de juego, así como la incidencia de juego patológico.

Los resultados ponen de manifiesto que el 62,1% de los menores de 18 años ha jugado a algún juego de azar durante los últimos meses, de entre los cuales, las apuestas deportivas y las quinielas son los más frecuentes. Entre los jugadores, el 22,6% manifiestan entre uno y tres criterios de juego patológico del DSM-5, mientras que el 2,8% muestran cuatro o más criterios, que es la cifra utilizada para el diagnóstico de juego patológico.

Los resultados obtenidos destacan que, a pesar de que el juego es una actividad que está prohibida a menores de edad, no es infrecuente en esta franja de edad. Algunos tipos de juego presentan una mayor correlación con indicadores de juego problemático que son, además, juegos en los que existe un control laxo sobre el acceso a ellos por parte de los menores.

Esta situación podría remediarse –y la adicción al juego podría prevenirse– con adecuadas medidas de regulación, como la rigurosa y fehaciente identificación de cada jugador.

Palabras clave: Adicción al juego; Prevención; Adolescencia.

 

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