10 Cosas que deberías saber sobre…la lactancia artificial |
D. Rodríguez Álvarez, E. Pérez Costa, F. Campillo i López, E. Ballesteros Moya
Las fórmulas infantiles basadas en proteínas de leche de vaca deben ser la primera opción en aquellos lactantes sanos no alimentados al pecho.
Las diferencias de las fórmulas de continuación respecto a las de inicio son escasas (proporción caseína/seroproteínas y mayor cantidad de hierro). Pueden contener aunque no se recomienda sacarosa y fructosa.
Existen fórmulas artificiales en las que se han modificado algunos de sus componentes (hidratos de carbono, proteínas o grasas) para los lactantes con limitaciones digestivas, metabólicas o problemas de intolerancia/alergias.
Las fórmulas sin lactosa están indicadas en: déficit congénito de lactasa, intolerancia secundaria a la lactosa y glucogenosis tipo I.
La mayoría de los niños con gastroenteritis aguda pueden continuar recibiendo una fórmula con lactosa.
Las fórmulas con contenido graso en forma de triglicéridos de cadena media están indicadas en paciente con alteraciones linfáticas y del metabolismo lipídico (abetalipoproteinemia, ascitis quilosa, linfangiectasia intestinal…)
Las fórmulas hidrolizadas se encuentran indicadas en el tratamiento de la alergia a la proteína de leche de vaca.
Las fórmulas de soja pueden considerarse en mayores de 6 meses con alergia mediada por IgE, debido a su bajo coste y mejor aceptación que las fórmulas hidrolizadas, aunque con prueba de provocación previa.
Las fórmulas elementales precisan una mínima digestión y están indicadas en situaciones con una grave alteración de la función digestiva, como paso intermedio desde una alimentación parenteral y en casos de alergia/intolerancia a las proteínas de la leche de vaca que no responden a hidrolizados.
No existen evidencias suficientes para recomendar el uso de fórmulas antiestreñimiento, anticólicos y antirregurgitación.