Crítica de libros |
Carlos Marina
Pediatra y Médico Puericultor del Estado
Crítica de libros
Los árboles sanadores
Gabriel Vázquez Molina, Javier Herreros Lamas y Marta Sarmiento
Editorial Txertoa – San Sebastián 2014.
De forma totalmente fortuita e inesperada, llega a nuestro poder este interesante libro que ahora se somete a la consideración de tan peculiar grupo de lectores: médicos pediatras con ejercicio preferente en Atención Primaria. Y ello, ¿por qué? Pues ni más ni menos que por el interés manifiesto del contacto del niño con la naturaleza, la vida al aire libre en general y la inestimable consideración del bosque y del arbolado, en particular, sobre la salud, el desarrollo y crecimiento del ser humano, sobre todo, durante la llamada “edad pediátrica”: infancia y adolescencia.
“Los árboles sanadores” es un original libro que trata, de forma amena y divulgativa, precisamente, de las relaciones entre las personas y los árboles, sus virtudes, los cuidados que requieren y sus indudables beneficios conductuales, alimenticios, medicinales y cosméticos para el ser humano. Sin olvidar lo que los autores destacan como “fuente de energía espiritual y sabiduría ancestral”, a tener muy en cuenta.
Nuestra actual gran preocupación, como pediatras, es el hecho comprobado de las pocas oportunidades que los niños y las familias de hoy en día tienen para conectarse con el medioambiente natural. Así, se habla de un “trastorno por déficit de naturaleza”: los niños pasan más tiempo mirando la televisión y con juegos de pantalla y ordenadores, que con actividad física en el exterior. Primer y alarmante resultado de este indeseado sedentarismo: más de un tercio de los niños presentan sobrepeso y obesidad.
Los beneficios –indudables– de conectarse con la naturaleza son muy bien documentados en este libro y por numerosas publicaciones e investigaciones científicas. Queda muy claro que el estado de salud social, psicológica, académica y física de los niños y adolescentes está muy positivamente influido por el contacto periódico y frecuente con el ambiente exterior: juegos y actividades al aire libre, paseos y excursiones por bosques y zonas de rico arbolado.
Los autores, expertos herbólogos y agricultores ecológicos, nos van detallando las virtudes del árbol, como “gigante generoso” y “vecino imprescindible”, además de purificador imprescindible del aire que respiramos. En el capítulo “La Escuela del Bosque”, se describen los cuidados que bosques y árboles requieren; para, en la sección principal “Arboles que sanan”, relatar, por riguroso orden alfabético, desde al Abedul al Tilo, las virtudes y propiedades de cada especie a considerar.
El pediatra, profesional responsable de la salud infantil, va a ser, además de lector de este recomendable libro, un convencido de que “los entornos verdes son un componente esencial de un hábitat humano saludable": fundamental para el mejor desarrollo físico y psicosocial del niño y del adolescente.