Skip to main content
PEDIATRÍA INTEGRAL - Revista de formación continuada dirigida al pediatra y profesionales interesados de otras especialidades médicas

PEDIATRÍA INTEGRAL Nº6 – JUL-AGO 2012

Imagen en Pediatría Clínica

El Rincón del Residente

 
N. Rivero Jiménez, B. Huete Hernani,
L. Magallares García, R. González Sánchez

Residentes de Pediatría. Hospital Universitario La Paz. Madrid

 


El Rincón del Residente es una apuesta arriesgada de Pediatría Integral. No hemos querido hacer una sección por residentes para residentes. Yendo más allá, hemos querido hacer una sección por residentes para todo aquel que pueda estar interesado. Tiene la intención de ser un espacio para publicaciones hechas por residentes sobre casos clínicos, imágenes y revisión bibliográfica.
¡Envíanos tu caso! Normas de publicación en www.sepeap.org

 
Pediatr Integral 2012; XVI(6): 495-499


Imagen en Pediatría Clínica.
Haz tu diagnóstico

 

Caso clínico

Prematuro de 24 semanas de edad gestacional que, a los 4 días de vida, presenta a la exploración física un abdomen distendido, doloroso y duro a la palpación. Se realiza radiografía de abdomen.

 


 

 

¿Cuál es el diagnóstico?

a. Neumoperitoneo.

b. Atresia duodenal.

c. Obstrucción intestinal proximal.

d. Neumatosis gástrica.

e. Vólvulo intestinal.

Aunque los diagnósticos propuestos son compatibles con patología abdominal aguda, la imagen observada corresponde a una neumatosis gástrica desarrollada dentro de un cuadro de enterocolitis necrosante (EN).

Discusión

La EN neonatal es la patología digestiva adquirida más frecuente y grave en el periodo neonatal(1). La afectación gástrica en la EN, así como la presencia de neumatosis gástrica son hallazgos muy poco habituales(2), de ahí el interés de la imagen presentada. En raras ocasiones, la neumatosis gástrica está relacionada con una EN y parece ser un indicador de gravedad y de peor pronóstico(3).

La incidencia de EN es mayor en neonatos de bajo peso al nacimiento y menores de 28 semanas de edad gestacional(1,4). Su origen es multifactorial, siendo los elementos más importantes: prematuridad, alimentación enteral, colonización bacteriana y una respuesta pro-inflamatoria inapropiada(5). Los segmentos frecuentemente más afectados son el íleon y el colon proximal, aunque cualquiera se puede ver implicado(6).

La forma clásica de presentación incluye signos digestivos y sistémicos(1,7). Pueden aparecen signos de retraso en el vaciado gástrico, con restos biliosos, distensión abdominal con dolor a la palpación o sangre en heces macro o microscópica. Los signos sistémicos incluyen aspecto séptico, letargia, apneas y alteraciones hemodinámicas(1,8).

La radiografía de abdomen ántero-posterior es la prueba de elección para su diagnóstico. Los signos característicos son la neumatosis intestinal y el gas en la vena porta; siendo los signos tempranos, aunque no específicos, la distensión difusa y el patrón de distribución gaseoso intestinal asimétrico(9).

Ningún parámetro de laboratorio es específico de EN. La leucopenia, neutropenia, presencia de formas inmaduras, trombocitopenia, acidosis metabólica e hiponatremia, sobre todo, si son persistentes, son signos de gravedad, de progresión de la enfermedad y de mal pronóstico. Los valores seriados de proteína C reactiva en suero son indicativos de la evolución del proceso(1). Pourcyrous y cols. demostraron que valores elevados persistentes de PCR indicaban riesgo de complicaciones, como estenosis o abscesos, o la necesidad de intervención quirúrgica(10).

El tratamiento consiste en dejar al paciente a dieta absoluta con una sonda orogástrica abierta o con aspiración suave e intermitente, además de pautar antibioterapia intravenosa de amplio espectro(1,8). El 40-50% de los casos evolucionan de este modo de forma favorable, el resto requieren tratamiento quirúrgico(1).

La mortalidad es inversamente proporcional al peso y a la edad de gestación, oscilando entre el 15 y el 30%(1).

Bibliografía

1. Demestre Guasch X, Raspall Torrent F. Enterocolitis necrosante. Protocolos de Neonatología. Sociedad Española de Neonatología. Ed. 2008. http://www.aeped.es/documentos/protocolos-neonatologia

2. Gómez-López L, Bernal Cuartas C, García R, Thió Luch M, Castañón García-Alix M. Obstrucción de la salida gástrica secundaria a una enterocolitis necrosante. An Pediatr. 2009; 71(5): 468-9.

3. Travadi JN, Patole SK, Simmer K. Gastric pneumatosis in neonates: Revisited. J Paediatr Child Health. 2003; 39: 560-2.

4. Albanese CT, Rowe MI. Necrotizing Enterocolitis. Semin Pediatr Surg. 1995; 4(4): 200-6.

5. Alfa MJ, Robson D, Davi M, Bernard K, Van Caeseele P, Harding GK. An outbreak of necrotizing enterocolitis associated with a novel clostridium species in a neonatal intensive care unit. Clin Infect Dis. 2002; 35(Suppl 1): S101-5.

6. Claud EC, Walker WA. Hypothesis: inappropriate colonization of the premature intestine can cause neonatal necrotizing enterocolitis. FASEB J. 2001; 15(8):1398-403.

7. Kanto WP, Hunter JE, Stoll BJ. Recognition and medical management of necrotizing enterocolitis. Clin Perinatal. 1994; 21: 335-46.

8. Lin PW, Stoll BJ. Necrotizing enterocolitis. Lancet. 2006; 368: 1271.

9. Buonomo C. The radiology of necrotizing enterocolitis. Radiol Clin North Am. 1999; 37: 1187-98, vii.

10. Pourcyrous M, Korones SB, Yang W, Boulden TF, Bada HS. C-reactive protein in the diagnosis, management, and prognosis of neonatal necrotizing enterocolitis. Pediatrics. 2005; 116: 1064-69.

Copyright © 2024 Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria